lunes, 19 de julio de 2010

La pareja, El Amor, y la sexualidad

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Cuando evocamos el amor en la pareja, inevitablemente se cruza por la mente la sexualidad de la pareja, y es inevitable porque esta al servicio de la reproducción de la especie, entonces una de las funciones que tiene este apareamiento entre los seres vivos entre ellos el ser humano, es el mantenimiento de la especie. Pero, los seres humanos estamos convocados además por lo cultural, y lo social, además de lo biológico, por lo que nuestra naturaleza es mucho más complicada.


Desde nuestro origen, en la familia, nos determina una cultura familiar, en donde se nos enseña cómo es el manejo de la sexualidad. Cada familia tiene sus propias reglas para el manejo de la privacidad sexual de cada individuo dentro del contexto familiar y observamos que hay familias que son muy conservadoras y apegadas a lo religioso hasta familias en donde se vive un respeto hacia la sexualidad de los hijos jóvenes sin caer en la promiscuidad porque ya estaríamos hablando de otro tema.



El punto nodal es cuando se une la pareja, y entonces volvemos al análisis de pareja. ¿Cómo fue la elección? Recuerden que he escrito en otros artículos que de acuerdo a las identificaciones que traemos Freud nos dice que todo encuentro es un reencuentro, esto es, que uno se casa con alguien que le es familiar desde las identificaciones familiares: madre y padre o sus sustitutos. Y regresando a la pregunta, nos volveríamos a preguntar, ¿cómo fue que eligió la pareja, en base a que identificación? Luego tendríamos que averiguar entre muchas otras cosas si la elección esta echa desde la complementariedad, o bien desde la reciprocidad, o bien desde el narcisismo (lo más parecido a uno mismo).



Por ejemplo, es frecuente observar casos de mujeres de muchos valores familiares, muy dedicadas al hogar, hijos, buenas esposas, pero que crecieron en hogares donde la represión sexual fue muy poderosa, y la sensación de culpa hacia sus cuerpos y hermosura fue vivida con vergüenza o bien fueron víctimas de algún abuso sexual a temprana edad, y el camino natural de la coquetería se reprime fuertemente, y entonces se elige a una pareja que la complementa, eligiendo a un perverso sexual, se escucha muy fuerte, pero son personas promiscuas que las esposas niegan sus infidelidades constantes, reponsabilizando a las mujeres de las constantes faltas de sus esposos porque la realidad es tan fuerte que en ese momento no se puede más que manejar a través de la negación, hasta que el sabio tiempo confronta con la realidad porque como todo, llega a pesar tanto que rompe la frágil red que sostenía aquel antifaz que cubría los ojos para ver la cruel realidad. Estos maridos también han sufrido en sus relaciones con su madre o han vivido la sensación de un padre persecutor, o también han vivido situaciones de abuso, por lo que se les dificulta vivir una relación profunda con sus esposas y pasan de una relación a otra, y no pueden vivir una relación cercana con su esposa sin sebturse aburridos o con sensación de claustrofobia. según lo menciona el Dr. Otto Kernberg en su libro Normalidad y Patologia de la Pareja.



Tenemos que recordar que todas las relaciones de pareja son circulares, algo de lo que tiene el otro me complementa por eso se da la elección, ya sea desde lo inconsciente o desde lo consciente.



En otras parejas, el vivir la sexualidad con sentimientos de culpa, hace que no puedan acercarse a su pareja para vivir su matrimonio plenamente, por lo que resulta que en el caso de los varones, se busquen mujeres pagadas porque sienten que tener relaciones sexuales con su esposa es hacer algo pecaminoso o prohibido. Aquí nuevamente tenemos que analizar en el trabajo de psicoterapia psicoanalíticamente orientada que situaciones se vivieron en la relación familiar para que quedaran estos sentimientos irreversibles en la edad adulta que funcionarán solamente para el proceso de procreación de los hijos, pero no para el mantenimiento de una buna relación amorosa de pareja. Ella con la misma educación (se casó por reciprocidad), se sentirá también culpable por su sexualidad pero como es muy común, generalmente la mujer acude primero a consulta y empieza a analizar sus relaciones interpersonales familiares con respecto a su educación o traumas infantiles sexuales y con el tiempo empezará a funcionar mejor como mujer y empezará a presionar al esposo a que él reconozca que también tiene problemas, lo que ella no sabe es que este tipo de hombres tienen una fuente de liberación sexual con mujeres de baja condición social con las que no se sienten amenazados bajo el influjo de quedar mal con su desempeño y tampoco sienten compromiso y al mismo tiempo, liberan la tensión biológica, entonces debido a esta razón, no acuden a tratamiento psicológico, con el resultado del detrimento en su matrimonio y vida familiar, lo que es un precio sumamente alto.



Por último quiero recomendarles que cuando su pareja les diga algún comentario respecto a la sexualidad, es útil escucharlo, innovar, es parte importante de una relación sana en la pareja. Cuando una parte de la pareja no desea tener relaciones sexuales, tenemos que pensar si no está pasando por problemas de salud física, o emocional, tales como depresión, estrés, ansiedad, o bien la posibilidad de que existan serios problemas en la relación de pareja que hace tiempo están ahí y no han sido escuchados para ponerles solución. Muchos problemas en la sexualidad están vinculados con lo emocional, no únicamente con el funcionamiento biológico. El deseo viene de sentirse querido y díganselo a una esposa que se siente resentida a ver si tiene deseo y les dirá que no. Entonces el deseo y el amor van ligados, estamos hablando desde lo emocional, para poner atención en estos factores, además de lo biológico. Cuando los problemas emocionales rebasan a la persona, lo biológico siempre habla.







Lic. Rosario González F.

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