La comparación suele ser utilizada como un método para tomar decisiones. Todos tendemos a comparar para poder luego elegir entre una cosa u otra. Sin embargo, cuando la comparación se aplica a personas, las cosas cambian, porque cuando comparas, favoreces a una de las partes y minimizas a la parte contraria...
Esas odiosas comparaciones ¿Te gusta que te comparen?...a los demás tampoco.
La comparación suele ser utilizada como un método para tomar decisiones. Todos tendemos a comparar para poder luego elegir entre una cosa u otra. Sin embargo, cuando la comparación se aplica a personas, las cosas cambian, porque cuando comparas, favoreces a una de las partes y minimizas a la parte contraria, es decir, ante una comparación, alguna de las partes sale perdiendo y lo deseable es que todos salgamos ganando al considerar nuestras diferencias y nuestra unicidad
Todos los seres humanos somos diferentes y únicos por una razón: “tenemos una misión propia que nadie más puede cumplir”. Hemos sido creados y diseñados de la manera perfecta para cumplir nuestra misión de vida. Nuestras características físicas, intelectuales y morales son requeridas para cumplir con esa tarea tan específica que la hace única e irrepetible. Basándonos en esta premisa, sería inútil compararnos con alguien más, puesto que nadie podrá cumplir con nuestra misión personal de vida ni nosotros podremos cumplir con la de alguien más. Nos queda claro, entonces, que comparar a nuestros esposos o esposas, hijos, hermanos, amigos o alumnos no nos traerá ningún beneficio, ni a ellos tampoco. Además, ¿qué ganamos?: frustración.
¿Qué tendríamos que hacer para cambiar esa frustración?: aceptarnos y aceptar a los demás con sus cualidades y defectos. ¿Alguna vez has intentado hacer volar a un conejo?, ¿alguna vez has intentado enseñar a hablar a un elefante? Y ¿por qué no?, pues porque sabes que ellos fueron creados para algo diferente. Jamás se te ocurriría comparar a un conejo con un elefante a la hora de realizar una tarea específica. De la misma manera, si consideramos que cada persona está dotada de habilidades y dominancias diferentes no podríamos pedirle que fuera exactamente igual que otra. Los seres humanos tenemos la capacidad de desarrollarnos en múltiples aspectos pero jamás seremos igual a alguien más. Por lo tanto, pedirle a tu hijo(a) o a tu esposo(a) que sean como el primo o el vecino(a) es una petición imposible de satisfacer y tú lo sabes. Además, ¿alguna vez te han pedido que seas como alguien más?, ¿cómo te sientes cuando eso pasa?, ¿te agrada que te comparen con otra persona cuando tu sales minimizado(a) con esa comparación? Yo creo que a nadie nos gusta y si recordamos la ley de oro en otras palabras: no hagamos a otros lo que no deseamos que nos hagan. Olvídate de comparar y dedícate a amar a los demás por lo que son: personas valiosas creadas para un fin determinado por el Creador.
No permitas las comparaciones en casa. En las familias en donde existen varios hijos, los padres tienden a comparar a unos con otros por sus cualidades y defectos. Creen que comparándolos les están enseñando a ser mejores pero, la triste realidad, es que generan sentimientos de ira, coraje, frustración y resentimiento. En lugar de comparar a tus hijos, ofréceles los recursos que necesitan para aprender lo que todavía no han aprendido y enséñales, con amor y mucha paciencia, aquello que requieren. Tus hijos necesitan de tu ejemplo para ser congruentes. ¿Te gustaría que ellos te compararan con alguien más o que te pidieran que fueras diferente? Si la respuesta es NO, entonces, deja de compararlos y de pedirles que sean como tal o cual persona. Te repito la solución: Acepta a todas las personas como son y verás cómo florecen con la fuerza de tu amor.
VIVE LA VIDA PLENAMENTE
Más allá de las circunstancias externas, uno es libre de elegir cómo vivir: la forma en que encares tu vida, tanto los obstáculos que se presentan como tu día a día, depende íntegramente de ti.
martes, 20 de julio de 2010
Autoestima
La autoestima se estructura en los primeros 6 años de vida de todos los seres humanos, dicho de otra forma: es la valoración que vamos haciendo a través de nuestras figuras de autoridad (como son los padres, abuelos, tíos) y demás familiares que estuvieron viviendo alrededor de nuestra infancia...
Últimamente parece que se ha puesto de moda el concepto de autoestima en todos los medios de comunicación social, sin embargo este concepto viene desde los años 1946, donde se empiezan a dar diferentes definiciones.
Podría mencionar una definición que abarque todos los elementos que la conforman y que la mayoría de los autores están de acuerdo: La autoestima se estructura en los primeros 6 años de vida de todos los seres humanos, dicho de otra forma: es la valoración que vamos haciendo a través de nuestras figuras de autoridad (como son los padres, abuelos, tíos) y demás familiares que estuvieron viviendo alrededor de nuestra infancia. En la medida que estas personas me estiman, quieren, valoran aceptan de niño es como se va ir estructurando esta primera formación de la autoestima. Igualmente importa mucho que se le dice y como se le dice todo aquello que tiene que ver con sus habilidades y capacidades, así pues, el niño puede ir concluyendo de que es capaz o de que se le considera incapaz, y con el correr del tiempo puede irse considerando que es merecedor o no de tomarse en el cuenta, de el cariño o el amor de los demás, y así va formando su autoestima.
Hay mensajes que se van dando en la familia, como cuando los padres hacen a un lado a un hijo, porque tienen algún otro hijo que les demanda mucha atención, ya sea por alguna discapacidad o porque por mucho tiempo tuvo alguna enfermedad muy larga que requirió de la atención ese hijo. Aquí el hijo desplazado, se siente que es “invisible”, “que no importa”, inclusive que “llega a estorbar”. Hay muchos otros mensajes mas directos, que vuelven inútiles a las crías, sobreprotegiéndolos, le hacen todo, al grado que realmente no pueden y no sienten la motivación para realizar ninguna actividad, socializan poco. Llegando el momento en la adolescencia los vemos mucho tiempo tirados en la cama, que no socializan, y si juegan lo hacen en forma solitaria. Por otro lado está, no solo la sobreprotección, sino que el apapacharle, es decir, que le facilitan todo a los hijos, y además le dan todo lo que quiere, en otras palabras el mensaje que se tiene grabado en los hijos es que “no tienen que hacer ningún esfuerzo para conseguir las cosas de la vida”.
“El mundo es tuyo pero tiene que ganártelo”, es una frase que es muy realista, que me gusta mucho y que además es el titulo de un libro de Kim Woo Choong, el creador de Daewoo. “Nada se consigue sin esfuerzo, solo hay dos cosas que crecen sin ningún esfuerzo, y estas son… pelo largo, uñas largas y mugre en ellas”, este es un dicho también muy cierto y realista que frecuentemente se los menciono a los adolescentes que tienen muy poca motivación e interés por hacer algo en su vida; ya sea estudiar o trabajar. Pero claro el origen del problema esta en esos mensajes que “han calado hondo” en su mentalidad y que habrá que trabajar muy duro para cambiarlos.Muchos de estos mensajes están claramente descritos en mi libro “Autoestima Infantil y Juvenil para padres”, si quieres mayor información, pero lo que si tienes que entender que tienes que tener ganas de cambiar todo lo malo que hayas recibido de tu hogar materno, antes de que te den ganas de casarte porque ahí seguro que vas a tener serios problemas. Si es que te dan ganas para casarte, porque muchos de ellos también llegan a considerarse que no son aptos, no tienen las habilidades, ni los atributos físicos o sexuales (se consideran feos/as) y se hacen a un lado por si mismos para convivir y llegar a tener alguna pareja. He tenido en el consultorio, personas que han llegado a terminar estudios universitarios, hasta maestrías, pero sin llegar a tener ni una novia, con una edad de 34 a 38 años de edad. ¿Te ha pasado algo de esto? ¿Ni siquiera llegaste a terminar alguna carrera o entraste a dos o tres y ninguna te pareció adecuada? ¡Cuidado! Tal vez te haz estado apapachando de más.
El que te den todo lo que se te antoje , el que no te cause ningún esfuerzo para conseguir lo que quieres, seguro que te ha hecho una persona muy voluble, caprichos, cambiante o todo lo contrario apático que quiere decir, sin interés, y esto no te va a ayudar ni en el trabajo ni en la relación de pareja. Esto forma parte del síndrome del niño apapachado. No sabe lo que quiere y termina con un “destino” banal, es decir, “ni fu ni fa”, ni gana ni pierde, solo va viendo la vida como se le va presentando. No hay ganas, no hay pasión por alguna actividad en particular. Puede llegar a sentirse que esta vació, que la vida no tiene sentido o que no hay mucho que ver ya en la vida, ¡Cuidado! Puedes llegar a tocar los límites de la depresión, precisamente, porque el desinterés y el no disfrutar de las cosas más simples de la vida, empieza por ir corroyendo la motivación, la espiritualidad y el alma, para terminar en la nada.
En consulta nos encontramos con muchos casos donde se apapapachan comiendo demasiado, hasta llegar a ser verdaderamente una persona no solo con sobrepeso, sino obesas (mas de 30 kilos de su peso promedio), esto vuelve a reforzar los mensajes de auto rechazo y la gran necesidad de que se le tome en cuenta. Hay también mucha ansiedad, que tratan de acallarla con alimento, como tal vez o seguramente, así trataron de acallársela sus padres, para que no molestara, el mensaje es: “no estorbes” o “tú no cuentas”. Total los mensajes más negativos hacen que las personas se refugien en las fiestas, el alcohol, la comida o la holgazanería, en el vagabundeo y de ahí cualquier cosa puede pasar.
En el mejor de los casos, como dijimos, pueden estudiar una carrera y hasta maestrías (dos o tres), pero muchas de las veces para tratar de no enfrentar el mundo real, tratando de quedarse en un medio hasta cierto punto seguro. El problema es cuando tiene que enfrentarse al trabajo a la socialización o por lo menos al escoger alguna pareja para hacer un proyecto común de vida. ¿En donde andas tú? ¿Te sigues apapachando? ¿Ya te das cuenta que el “apapacharse” es exactamente lo contrario de la autoestima alta o el amarse auténticamente?
Son fáciles de detectar estas armas, y aunque entre los amigos lo pueden utilizar, la intención principal y el efecto es que tú te sientas mal, y si lo logra quiere decir que estas conviviendo con una persona que no es sana para tu vida...
Toda persona que utiliza las armas mortales contra la autoestima es una persona deshonesta, chueca, tramposa emocionalmente por lo que tanto no es digno de tu confianza, como para tener una buena relación o una relación sentimental de buena calidad. Con estas técnicas no te permite entrar en plena confianza, y por el contrario es mejor sacarle la vuelta, pues va a herirte o lastimarte en lo más hondo de tu autoestima, por esta misma razón le he llamado armas porque no solo puede herirte sino hasta llegar a matar tu autoestima.
Estas técnicas pueden haber sido utilizadas en tu contra por tu propia familia, lo que te deja vulnerable frágil, con el terreno psicológico propicio para que venga otra persona y te acabe de rematar.
Lo puedes observar en tu trabajo, y desde la primaria, en la secundaria, en la prepa o hasta en la misma universidad, ya que esto corresponde mas bien a un trato que se recibió en la familia, como decía mas arriba, y no tanto de los estudios académicos o formales.
Son fáciles de detectar estas armas, y aunque entre los amigos lo pueden utilizar, la intención principal y el efecto es que tú te sientas mal, y si lo logra quiere decir que estas conviviendo con una persona que no es sana para tu vida, que es “psicotoxica” para tu autoestima.
Ahora hacemos un resumen muy apretado con respecto a lo que consiste cada una de estas armas mortales y que podrás ampliarlo en los libros de bolsillo de editorial Paulinas y en el libro del mismo nombre en editorial Trillas.
Esta técnica que intenta presionarte, extorsionarte, forzarte o hacerte “manita de puerco” es un vil chantaje emocional para que hagas lo que otro quiere que hagas utilizando tu sensibilidad o tu sentimientos, esas son las armas que te hacen sentir mal esa persona puede ser un hostigador, un castigador, un perseguidor, una persona con un perfil psicológico limítrofe o cercano a delincuente, ya que no le importa como te sientas o que tiene que hacer para lograr sus fines. Retírate cuanto antes de esas personas, son un riesgo para tu salud física, mental, social y para tu autoestima.
Atemorizar. Cualquier persona que trate de darte miedo esta manipulando tus sentimientos y si te dejas también manejara tu conducta. Esta queriendo que estés frágil, y débil para que le sirvas a su antojo, a su personalidad egoísta.
Como lo dijimos anteriormente si esto empieza en la familia es muy probable que la encuentres en el devenir de tu vida muchas personas con estas mismas características, que consiste en estarte amenazando, amedrentando para lograr algunos objetivos muy particulares y generalmente son las parejas que mas lo utilizan. Siempre están buscando un “coco” o “petate del muerto” con que asustarte y así puedas acceder a sus peticiones.
Avergonzar. Muchas personas son inhibidas desde su infancia, probablemente porque tienen vergüenza de su pasado, de alguna situación familiar o la misma familia lo avergonzó en público, por varias veces, lo que te deja marcado para toda la vida. En la escuela es muy común que algún maestro te llame la atención en forma penosa delante de los compañeros que tu hubieras querido que jamás se enteraran. Eto te dejara inhibido para socializar.
Culpabilizar. Esta es otra técnica por medio de la cual, las demás personas trataran de manipularte y muchas de ellas ni cuenta se dan que están estrujando emocionalmente a su pareja, al amigo o al familiar. Generalmente son personas que no aceptan su propia responsabilidad en los actos que cometen, y en los cuales tienen parte de responsabilidad. Es más fácil culpar que aceptar su responsabilidad. Es muy seguro que culpabilizan y señalan los errores de los demás con “índice de fuego”, es debido a que asi fue aprendido desde su hogar materno. También en los colegios religiosos (en algunos, no generalizo) tienden mucho a culpabilizar a los alumnos por todos los que cometen y que así me lo reportan estos alumnos- “todo era pecado”, y terminara sintiendo culpables por todo lo que hacían hasta por lo que pensaban, en lugar de provocar un gran amor a Dios, terminado por temerle, muchos de ellos traen obnubilada su conciencia, y por tanto son presa fácil de personas que tratan de culpabilizarlos por lo que otros hacen.
La Vergüenza hace que te quieras esconder, que te trague la tierra, te llegas a sentir inadecuado o fuera de lugar; con la culpa, hace que te sientas chiquito, con complejos de inferioridad, en terapia gestalt, hacemos perfectamente estas diferentes para diversos tratamientos. Puede aparecer otros sintomas como, el sonrojar la cara al estar frente algun grupo o definitivamente no querer estar en la mirada de muchas personas simultaneamente.
La obligatoriedad. Con esta técnica, alguna vez o por mucho tiempo, los padres trataron de a linear a sus hijos a las reglas y normas que ellos propusieron o impusieron con toda una retahíla de “debes de”, “tienes que”, “deberías de”, “tendrás que”, “no tienes que”, “no debes de”, provocando una gran rebeldía (activa o pasiva) en sus hijos, que luego les caracterizara, dejando de hacer, no terminando lo que empiezan, etc. Contestando (hacia fuera o hacia adentro) en forma contraria a lo esperado.
Todo niño y adolescente llega a sentir un gran coraje, una oposición a tantas obligaciones mencionadas con palabras y tono autoritario. Los jóvenes que procrastina, o sea, posponen demasiado lo que tienen que hacer, seguramente tienen que analizar su vida si hubo demasiadas “figuras de autoridad” o solo una, pero que trató de dirigir su conducta por una determinada dirección, entonces es común que estén guardando mucho resentimiento y hasta estarán saboteando su vida inconscientemente y ahora reaccionas igual ante alguien que te esta obligando o que esta dando alguna orientación pero tu la tomas como una imposición. Es tiempo de analizar y de hacer cambios internos.
Si tu eres mayor de 18 años se supone que ya sabes lo que quieres en la vida, ya debes ser responsable de tus actos y reconocer que todo tiene una causa y una consecuencia si se hace o se deja de hacer lo que se debe hacer o aquello en lo que te comprometes, si tu tienes una edad mayor y tus padres todavía te critican, te dicen ya ”deberías de…” es tiempo de ver si traes algunos mensajes-mandatos-paradigmas, que no te permiten cumplir con todo lo que propones algunas veces te puedes aburrir y hasta perder el sentido de la vida “el sabor”, “el gusto” por lo que haces; enojado, molesto, iracundo con tu pareja, casado, soltero pero sientes que te quieren manipular, es tiempo de que pidas auxilio profesional, puedes estar siendo chantajeado y tu pareja también será necesario que acuda a unas sesiones de psicoterapia, para ver si esto mismo que percibes tu, es lo que ella también percibe.
No olvides que si te sientes manipulado, pregúntate ¿Lo estoy provocando, o lo estoy permitiendo? ¿Cómo era mi familia materna?
Últimamente parece que se ha puesto de moda el concepto de autoestima en todos los medios de comunicación social, sin embargo este concepto viene desde los años 1946, donde se empiezan a dar diferentes definiciones.
Podría mencionar una definición que abarque todos los elementos que la conforman y que la mayoría de los autores están de acuerdo: La autoestima se estructura en los primeros 6 años de vida de todos los seres humanos, dicho de otra forma: es la valoración que vamos haciendo a través de nuestras figuras de autoridad (como son los padres, abuelos, tíos) y demás familiares que estuvieron viviendo alrededor de nuestra infancia. En la medida que estas personas me estiman, quieren, valoran aceptan de niño es como se va ir estructurando esta primera formación de la autoestima. Igualmente importa mucho que se le dice y como se le dice todo aquello que tiene que ver con sus habilidades y capacidades, así pues, el niño puede ir concluyendo de que es capaz o de que se le considera incapaz, y con el correr del tiempo puede irse considerando que es merecedor o no de tomarse en el cuenta, de el cariño o el amor de los demás, y así va formando su autoestima.
Hay mensajes que se van dando en la familia, como cuando los padres hacen a un lado a un hijo, porque tienen algún otro hijo que les demanda mucha atención, ya sea por alguna discapacidad o porque por mucho tiempo tuvo alguna enfermedad muy larga que requirió de la atención ese hijo. Aquí el hijo desplazado, se siente que es “invisible”, “que no importa”, inclusive que “llega a estorbar”. Hay muchos otros mensajes mas directos, que vuelven inútiles a las crías, sobreprotegiéndolos, le hacen todo, al grado que realmente no pueden y no sienten la motivación para realizar ninguna actividad, socializan poco. Llegando el momento en la adolescencia los vemos mucho tiempo tirados en la cama, que no socializan, y si juegan lo hacen en forma solitaria. Por otro lado está, no solo la sobreprotección, sino que el apapacharle, es decir, que le facilitan todo a los hijos, y además le dan todo lo que quiere, en otras palabras el mensaje que se tiene grabado en los hijos es que “no tienen que hacer ningún esfuerzo para conseguir las cosas de la vida”.
“El mundo es tuyo pero tiene que ganártelo”, es una frase que es muy realista, que me gusta mucho y que además es el titulo de un libro de Kim Woo Choong, el creador de Daewoo. “Nada se consigue sin esfuerzo, solo hay dos cosas que crecen sin ningún esfuerzo, y estas son… pelo largo, uñas largas y mugre en ellas”, este es un dicho también muy cierto y realista que frecuentemente se los menciono a los adolescentes que tienen muy poca motivación e interés por hacer algo en su vida; ya sea estudiar o trabajar. Pero claro el origen del problema esta en esos mensajes que “han calado hondo” en su mentalidad y que habrá que trabajar muy duro para cambiarlos.Muchos de estos mensajes están claramente descritos en mi libro “Autoestima Infantil y Juvenil para padres”, si quieres mayor información, pero lo que si tienes que entender que tienes que tener ganas de cambiar todo lo malo que hayas recibido de tu hogar materno, antes de que te den ganas de casarte porque ahí seguro que vas a tener serios problemas. Si es que te dan ganas para casarte, porque muchos de ellos también llegan a considerarse que no son aptos, no tienen las habilidades, ni los atributos físicos o sexuales (se consideran feos/as) y se hacen a un lado por si mismos para convivir y llegar a tener alguna pareja. He tenido en el consultorio, personas que han llegado a terminar estudios universitarios, hasta maestrías, pero sin llegar a tener ni una novia, con una edad de 34 a 38 años de edad. ¿Te ha pasado algo de esto? ¿Ni siquiera llegaste a terminar alguna carrera o entraste a dos o tres y ninguna te pareció adecuada? ¡Cuidado! Tal vez te haz estado apapachando de más.
El que te den todo lo que se te antoje , el que no te cause ningún esfuerzo para conseguir lo que quieres, seguro que te ha hecho una persona muy voluble, caprichos, cambiante o todo lo contrario apático que quiere decir, sin interés, y esto no te va a ayudar ni en el trabajo ni en la relación de pareja. Esto forma parte del síndrome del niño apapachado. No sabe lo que quiere y termina con un “destino” banal, es decir, “ni fu ni fa”, ni gana ni pierde, solo va viendo la vida como se le va presentando. No hay ganas, no hay pasión por alguna actividad en particular. Puede llegar a sentirse que esta vació, que la vida no tiene sentido o que no hay mucho que ver ya en la vida, ¡Cuidado! Puedes llegar a tocar los límites de la depresión, precisamente, porque el desinterés y el no disfrutar de las cosas más simples de la vida, empieza por ir corroyendo la motivación, la espiritualidad y el alma, para terminar en la nada.
En consulta nos encontramos con muchos casos donde se apapapachan comiendo demasiado, hasta llegar a ser verdaderamente una persona no solo con sobrepeso, sino obesas (mas de 30 kilos de su peso promedio), esto vuelve a reforzar los mensajes de auto rechazo y la gran necesidad de que se le tome en cuenta. Hay también mucha ansiedad, que tratan de acallarla con alimento, como tal vez o seguramente, así trataron de acallársela sus padres, para que no molestara, el mensaje es: “no estorbes” o “tú no cuentas”. Total los mensajes más negativos hacen que las personas se refugien en las fiestas, el alcohol, la comida o la holgazanería, en el vagabundeo y de ahí cualquier cosa puede pasar.
En el mejor de los casos, como dijimos, pueden estudiar una carrera y hasta maestrías (dos o tres), pero muchas de las veces para tratar de no enfrentar el mundo real, tratando de quedarse en un medio hasta cierto punto seguro. El problema es cuando tiene que enfrentarse al trabajo a la socialización o por lo menos al escoger alguna pareja para hacer un proyecto común de vida. ¿En donde andas tú? ¿Te sigues apapachando? ¿Ya te das cuenta que el “apapacharse” es exactamente lo contrario de la autoestima alta o el amarse auténticamente?
Cuidado con las armas mortales de la autoestima. .
Son fáciles de detectar estas armas, y aunque entre los amigos lo pueden utilizar, la intención principal y el efecto es que tú te sientas mal, y si lo logra quiere decir que estas conviviendo con una persona que no es sana para tu vida...
Toda persona que utiliza las armas mortales contra la autoestima es una persona deshonesta, chueca, tramposa emocionalmente por lo que tanto no es digno de tu confianza, como para tener una buena relación o una relación sentimental de buena calidad. Con estas técnicas no te permite entrar en plena confianza, y por el contrario es mejor sacarle la vuelta, pues va a herirte o lastimarte en lo más hondo de tu autoestima, por esta misma razón le he llamado armas porque no solo puede herirte sino hasta llegar a matar tu autoestima.
Estas técnicas pueden haber sido utilizadas en tu contra por tu propia familia, lo que te deja vulnerable frágil, con el terreno psicológico propicio para que venga otra persona y te acabe de rematar.
Lo puedes observar en tu trabajo, y desde la primaria, en la secundaria, en la prepa o hasta en la misma universidad, ya que esto corresponde mas bien a un trato que se recibió en la familia, como decía mas arriba, y no tanto de los estudios académicos o formales.
Son fáciles de detectar estas armas, y aunque entre los amigos lo pueden utilizar, la intención principal y el efecto es que tú te sientas mal, y si lo logra quiere decir que estas conviviendo con una persona que no es sana para tu vida, que es “psicotoxica” para tu autoestima.
Ahora hacemos un resumen muy apretado con respecto a lo que consiste cada una de estas armas mortales y que podrás ampliarlo en los libros de bolsillo de editorial Paulinas y en el libro del mismo nombre en editorial Trillas.
Esta técnica que intenta presionarte, extorsionarte, forzarte o hacerte “manita de puerco” es un vil chantaje emocional para que hagas lo que otro quiere que hagas utilizando tu sensibilidad o tu sentimientos, esas son las armas que te hacen sentir mal esa persona puede ser un hostigador, un castigador, un perseguidor, una persona con un perfil psicológico limítrofe o cercano a delincuente, ya que no le importa como te sientas o que tiene que hacer para lograr sus fines. Retírate cuanto antes de esas personas, son un riesgo para tu salud física, mental, social y para tu autoestima.
Atemorizar. Cualquier persona que trate de darte miedo esta manipulando tus sentimientos y si te dejas también manejara tu conducta. Esta queriendo que estés frágil, y débil para que le sirvas a su antojo, a su personalidad egoísta.
Como lo dijimos anteriormente si esto empieza en la familia es muy probable que la encuentres en el devenir de tu vida muchas personas con estas mismas características, que consiste en estarte amenazando, amedrentando para lograr algunos objetivos muy particulares y generalmente son las parejas que mas lo utilizan. Siempre están buscando un “coco” o “petate del muerto” con que asustarte y así puedas acceder a sus peticiones.
Avergonzar. Muchas personas son inhibidas desde su infancia, probablemente porque tienen vergüenza de su pasado, de alguna situación familiar o la misma familia lo avergonzó en público, por varias veces, lo que te deja marcado para toda la vida. En la escuela es muy común que algún maestro te llame la atención en forma penosa delante de los compañeros que tu hubieras querido que jamás se enteraran. Eto te dejara inhibido para socializar.
Culpabilizar. Esta es otra técnica por medio de la cual, las demás personas trataran de manipularte y muchas de ellas ni cuenta se dan que están estrujando emocionalmente a su pareja, al amigo o al familiar. Generalmente son personas que no aceptan su propia responsabilidad en los actos que cometen, y en los cuales tienen parte de responsabilidad. Es más fácil culpar que aceptar su responsabilidad. Es muy seguro que culpabilizan y señalan los errores de los demás con “índice de fuego”, es debido a que asi fue aprendido desde su hogar materno. También en los colegios religiosos (en algunos, no generalizo) tienden mucho a culpabilizar a los alumnos por todos los que cometen y que así me lo reportan estos alumnos- “todo era pecado”, y terminara sintiendo culpables por todo lo que hacían hasta por lo que pensaban, en lugar de provocar un gran amor a Dios, terminado por temerle, muchos de ellos traen obnubilada su conciencia, y por tanto son presa fácil de personas que tratan de culpabilizarlos por lo que otros hacen.
La Vergüenza hace que te quieras esconder, que te trague la tierra, te llegas a sentir inadecuado o fuera de lugar; con la culpa, hace que te sientas chiquito, con complejos de inferioridad, en terapia gestalt, hacemos perfectamente estas diferentes para diversos tratamientos. Puede aparecer otros sintomas como, el sonrojar la cara al estar frente algun grupo o definitivamente no querer estar en la mirada de muchas personas simultaneamente.
La obligatoriedad. Con esta técnica, alguna vez o por mucho tiempo, los padres trataron de a linear a sus hijos a las reglas y normas que ellos propusieron o impusieron con toda una retahíla de “debes de”, “tienes que”, “deberías de”, “tendrás que”, “no tienes que”, “no debes de”, provocando una gran rebeldía (activa o pasiva) en sus hijos, que luego les caracterizara, dejando de hacer, no terminando lo que empiezan, etc. Contestando (hacia fuera o hacia adentro) en forma contraria a lo esperado.
Todo niño y adolescente llega a sentir un gran coraje, una oposición a tantas obligaciones mencionadas con palabras y tono autoritario. Los jóvenes que procrastina, o sea, posponen demasiado lo que tienen que hacer, seguramente tienen que analizar su vida si hubo demasiadas “figuras de autoridad” o solo una, pero que trató de dirigir su conducta por una determinada dirección, entonces es común que estén guardando mucho resentimiento y hasta estarán saboteando su vida inconscientemente y ahora reaccionas igual ante alguien que te esta obligando o que esta dando alguna orientación pero tu la tomas como una imposición. Es tiempo de analizar y de hacer cambios internos.
Si tu eres mayor de 18 años se supone que ya sabes lo que quieres en la vida, ya debes ser responsable de tus actos y reconocer que todo tiene una causa y una consecuencia si se hace o se deja de hacer lo que se debe hacer o aquello en lo que te comprometes, si tu tienes una edad mayor y tus padres todavía te critican, te dicen ya ”deberías de…” es tiempo de ver si traes algunos mensajes-mandatos-paradigmas, que no te permiten cumplir con todo lo que propones algunas veces te puedes aburrir y hasta perder el sentido de la vida “el sabor”, “el gusto” por lo que haces; enojado, molesto, iracundo con tu pareja, casado, soltero pero sientes que te quieren manipular, es tiempo de que pidas auxilio profesional, puedes estar siendo chantajeado y tu pareja también será necesario que acuda a unas sesiones de psicoterapia, para ver si esto mismo que percibes tu, es lo que ella también percibe.
No olvides que si te sientes manipulado, pregúntate ¿Lo estoy provocando, o lo estoy permitiendo? ¿Cómo era mi familia materna?
Valor de La amistad
Si logramos hacer que nuestros hijos comprendan y asimilen estas cualidades y las vivan ellos mismos en sus relaciones de amistad, podremos ayudarlos a tener amigos y al mismo tiempo enseñarles a ser amigos...
La amistad es un asunto sumamente importante en la vida de cualquier ser humano. Me atrevo a considerarlo un tema de salud mental por el impacto que un amigo puede tener en nuestro bienestar emocional y social. Una definición de amigo podría parecer superficial e incompleta por el grado de trascendencia de un ser tan especial en nuestras vidas, pero, por cuestiones prácticas, consideraría algunas características a destacar, además de aclarar que para mí no cabe la clasificación de “buen amigo” o “mal amigo”. Un amigo siempre es un buen amigo, si tomamos en cuenta lo siguiente:
Amigo(a):
Es la persona con la cual nos sentimos verdaderamente aceptados y reconocidos con nuestras cualidades y defectos. Te quiere y te respeta por quien eres.
Es alguien con quien podemos compartir nuestros más íntimos pensamientos y sentimientos sin temor a ser juzgados.
Es alguien que te sostiene con su apoyo en los buenos y malos momentos de la vida y que siempre está ahí cuando lo necesitas, aunque no sea físicamente.
Es quien te habla con la verdad sin ofender y sin ofenderte.
Es quien te ayuda a convertirte en una mejor persona.
Si logramos hacer que nuestros hijos comprendan y asimilen estas cualidades y las vivan ellos mismos en sus relaciones de amistad, podremos ayudarlos a tener amigos y al mismo tiempo enseñarles a ser amigos.
Una buena manera de construir en nuestros hijos un concepto significativo de lo que es la amistad es mostrarles la manera personal de tratar a nuestros amigos para que se den cuenta de que la base de una buena relación está en el respeto y el amor. En lo particular, me siento orgullosa y feliz de poderle demostrar a mi hijo que los amigos perduran a través del tiempo y la distancia. Él sabe que cuento con amigas que conocí en mi infancia y que seguimos compartiendo una relación fortalecida por los años y las experiencias en común. El hecho de verlo y comprobarlo le permite tener una gran esperanza en la amistad verdadera.
Como sabemos, los niños y los jóvenes comienzan a relacionarse con otros con un primer deseo de no estar solos, de divertirse y compartir experiencias con alguien más. Poco a poco, descubren que sus intereses personales no siempre coinciden con los de sus similares y encuentran conflictos que tendrán que solucionar para seguir adelante con el juego o con la diversión. En esa separación de intereses comienzan a encontrar personas que comparten lo mismo que ellos o que los invitan a ver y hacer las cosas de una manera diferente. Nuestro deber de padres es orientar a nuestros hijos a cuestionarse acerca de las propuestas de otras personas en relación a sus valores personales y familiares. La presencia y la orientación cariñosa de los padres en los primeros intentos de escoger a los amigos son fundamentales. La función orientadora de los padres consiste en hacer preguntas cuyas respuestas lleven a los hijos a analizar y a decidir si las palabras y acciones de sus amigos son correctas y si se dirigen a hacer el bien. “Hacer lo correcto” y “hacer el bien” debe ser la base de la formación y la educación que demos a nuestros niños y jóvenes. Bajo la lupa del bien y del amor nuestros hijos aprenderán a tomar buenas decisiones y escogerán a sus amigos con seguridad y confianza.
También es bueno dejar claro a nuestros hijos que podemos equivocarnos al momento de elegir a nuestros amigos, pero que es importante aprender de una experiencia desagradable porque nos permite comparar e identificar lo que no nos conviene. Procura estar muy cerca de tu hijo(a) cuando tenga que vivir un momento de decepción o pérdida; recuerda que un amigo es alguien que nos sostiene con su apoyo en los buenos y malos momentos de la vida y que, aunque no sea tu rol principal, tu debes estar en la lista de sus mejores amigos.
La amistad es un asunto sumamente importante en la vida de cualquier ser humano. Me atrevo a considerarlo un tema de salud mental por el impacto que un amigo puede tener en nuestro bienestar emocional y social. Una definición de amigo podría parecer superficial e incompleta por el grado de trascendencia de un ser tan especial en nuestras vidas, pero, por cuestiones prácticas, consideraría algunas características a destacar, además de aclarar que para mí no cabe la clasificación de “buen amigo” o “mal amigo”. Un amigo siempre es un buen amigo, si tomamos en cuenta lo siguiente:
Amigo(a):
Es la persona con la cual nos sentimos verdaderamente aceptados y reconocidos con nuestras cualidades y defectos. Te quiere y te respeta por quien eres.
Es alguien con quien podemos compartir nuestros más íntimos pensamientos y sentimientos sin temor a ser juzgados.
Es alguien que te sostiene con su apoyo en los buenos y malos momentos de la vida y que siempre está ahí cuando lo necesitas, aunque no sea físicamente.
Es quien te habla con la verdad sin ofender y sin ofenderte.
Es quien te ayuda a convertirte en una mejor persona.
Si logramos hacer que nuestros hijos comprendan y asimilen estas cualidades y las vivan ellos mismos en sus relaciones de amistad, podremos ayudarlos a tener amigos y al mismo tiempo enseñarles a ser amigos.
Una buena manera de construir en nuestros hijos un concepto significativo de lo que es la amistad es mostrarles la manera personal de tratar a nuestros amigos para que se den cuenta de que la base de una buena relación está en el respeto y el amor. En lo particular, me siento orgullosa y feliz de poderle demostrar a mi hijo que los amigos perduran a través del tiempo y la distancia. Él sabe que cuento con amigas que conocí en mi infancia y que seguimos compartiendo una relación fortalecida por los años y las experiencias en común. El hecho de verlo y comprobarlo le permite tener una gran esperanza en la amistad verdadera.
Como sabemos, los niños y los jóvenes comienzan a relacionarse con otros con un primer deseo de no estar solos, de divertirse y compartir experiencias con alguien más. Poco a poco, descubren que sus intereses personales no siempre coinciden con los de sus similares y encuentran conflictos que tendrán que solucionar para seguir adelante con el juego o con la diversión. En esa separación de intereses comienzan a encontrar personas que comparten lo mismo que ellos o que los invitan a ver y hacer las cosas de una manera diferente. Nuestro deber de padres es orientar a nuestros hijos a cuestionarse acerca de las propuestas de otras personas en relación a sus valores personales y familiares. La presencia y la orientación cariñosa de los padres en los primeros intentos de escoger a los amigos son fundamentales. La función orientadora de los padres consiste en hacer preguntas cuyas respuestas lleven a los hijos a analizar y a decidir si las palabras y acciones de sus amigos son correctas y si se dirigen a hacer el bien. “Hacer lo correcto” y “hacer el bien” debe ser la base de la formación y la educación que demos a nuestros niños y jóvenes. Bajo la lupa del bien y del amor nuestros hijos aprenderán a tomar buenas decisiones y escogerán a sus amigos con seguridad y confianza.
También es bueno dejar claro a nuestros hijos que podemos equivocarnos al momento de elegir a nuestros amigos, pero que es importante aprender de una experiencia desagradable porque nos permite comparar e identificar lo que no nos conviene. Procura estar muy cerca de tu hijo(a) cuando tenga que vivir un momento de decepción o pérdida; recuerda que un amigo es alguien que nos sostiene con su apoyo en los buenos y malos momentos de la vida y que, aunque no sea tu rol principal, tu debes estar en la lista de sus mejores amigos.
El significado de los celos en la relación de pareja.
No nos es desconocido para ninguno de nosotros el sentimiento de los celos, y existe en todas las relaciones, entre hermanos, amigos, compañeros de trabajo, pero en este artículo me voy a referir a las relaciones de pareja...
Por: Rosario González Franco
No nos es desconocido para ninguno de nosotros el sentimiento de los celos, y existe en todas las relaciones, entre hermanos, amigos, compañeros de trabajo, pero en este artículo me voy a referir a las relaciones de pareja.
Para ir guiándonos en el tema, tomamos la definición del Diccionario de R. Chemama y B. Vandsermaersch: “Conjuto de sentimientos dolorosos y de ideas en un sujeto que teme, sospecha o tiene la certeza de que su objeto de amor le es infiel¨. Esto, hace sentir a la persona celosa, temor a la pérdida de su pareja, ansiedad, ofensa, desconfianza, sentimientos hostiles hacia el rival y hacia la pareja, autocrítica contra el propio yo, responsable por la pérdida de la pareja. Es el motor central en la violencia de género que continuamente denuncian los medios de comunicación y con los que constantemente nuestros esfuerzos como psicoterapeutas están encausados a darle apoyo y entendimiento a esta problemática, y esta es la finalidad de este artículo.
Cuando estos celos son normales y cuando son psicopatológicos, la respuesta la podemos observar en relación al sufrimiento que causa a la pareja y por lo tanto a la relación familiar. Tenemos que tomar en cuenta que en los celos enfermizos, la hostilidad hacia la pareja que se cree le ha engañado es muy cruel y los sentimientos de extrañeza de la parte acusada suelen causan desorganización emocional –y esto es maltrato psicológico-. En segundo lugar esta el sentimiento de sentir la pérdida de la pareja. Existe otro sentimiento oculto en los celos: el de posesión. La creencia de que la “otra persona nos pertenece y nos debe ser absolutos en sus afectos”, esto es cuando observamos que la persona explota al notar que otras personas aprecian a su pareja sin ser nada fuera de lo socialmente aceptable. Frank Pittman nos dice: “los celos y la envidia se suelen confundir. Mientras que los celos son normales y necesarios bajo ciertas condiciones, la envidia es una emoción bastante desagradable. Los envidiosos (todos lo somos hasta cierto punto) quieren más. No sólo quieren lo que otros tienen, sino que además quieren que los otros no lo tengan. Pasan la vida sintiéndose despojados y, por eso, merecedores de mejor suerte. El amor que reciben nunca les parece suficiente y tienen poco amor que dar (lo cual no debe extrañarnos)” Pittman agrega: “los verdaderos envidiosos, suelen ser extremadamente competitivos; suponen que otros rivalizan con ellos en aquellas áreas en que se sienten más inseguros. A veces, suponen que su pareja se siente atraída por lo que ellos envidian en otros”.Hay dos puntos más que me parecen importantes destacar del libro de Pittman y que son: “1. Los celos y la autoestima: las personas demasiado celosas se suelen sentir despreciables. Su desvalorización que proviene en lo esencial de su interioridad, puede derivar de un secreto (una relación incestuosa en la niñez o una aventura amorosa del pasado), una imperfección muy criticada en su familia de origen (ser menos listo o agraciado que un hermano, hermana o progenitor) o un matrimonio anterior fracasado. Algunos se sienten más celosos en períodos de fracaso o pérdida. Quiénes sufren la pérdida de un empleo, la muerte de sus padres y la partida de los hijos, quizá se sientan perdidos y quieran atraer más hacia sí a su cónyuge. Si en ese momento una mayor intimidad no es conveniente para este, pueden surgir los celos. 2: Quienes han sido infieles recientemente (y están avergonzados de su acción) suelen ser los candidatos más probables a manifestar ataques de celos no provocados. La persona asustada y culpable que crea distancia para proteger un secreto y, al mismo tiempo, se angustia y clama por una mayor proximidad, tal vez manifieste celos incoherentes y desorientadores por el hecho de pedir simultáneamente intimidad y distanciamiento. Cualquier respuesta del cónyuge aumentaría su angustia en uno u otro sentido”. Ahora quiero hablarles de otro tipo de celos, y es el caso de las personas con adicción al alcohol, y voy a citar aquí el libro del Dr. Armando Barriguelte: ¨Lo que el vino se llevó” : “En sociedades en las que el uso del alcohol se acostumbra como ansiolítico social sería muy difícil encontrar a alguna persona adulta que en cierta ocasión, por motivos de alegría o de tristeza, no se haya emborrachado una o varias veces. El enfermo alcohólico, cuando está borracho, es igual o parecido a cualquier persona que tomó en demasía, lo que pasa con él es que, a diferencia del que se emborracha solamente, mientras más toma, más quiere y al día siguiente, esas ganas de repetir la tomada vuelven a aparecer y las lleva a cabo, y el que únicamente se emborrachó, al día siguiente no quiere saber nada de la bebida, se ha olvidado del alcohol; en cambio el que ha contraído la enfermedad se queda “pegado” a ella, y al otro día vuelve a beber, ya sea abiertamente, o a escondidas, o se aguanta, según las circunstancias, pero el alcohol continúa presente en él”.Espero que con lo anterior les haya quedado claro cómo pueden darse cuenta de si su pareja tiene adicción al alcohol: su vida, gira alrededor del alcohol, esta es la característica principal de la adicción. Por ejemplo, hasta los cumpleaños de los niños las quieren hacer alrededor del alcohol, pretexto del cumpleaños. Quiero mencionarles ahora otro comportamiento que nos menciona el Dr. Barriguete en su libro: “Comportamiento grandioso y fanfarrón. Cuando un sujeto es afectado por la enfermedad, pese a la negación que hace de ella, en alguna parte de su mente advierte que el alcoholismo está produciendo en él, o ha producido ya, un respetable grado de degradación moral y social; para contrarrestarlo se forra con un ropaje grandioso y fanfarrón, para lucir todo lo contrario del deterioro que va constatando en sí mismo. Con su conducta grandiosa y fanfarrona el alcohólico no solamente trata de dar una imagen diferente hacia el exterior, sino que es un mecanismo dirigido a convencerse él mismo de su grandiosidad. Dime de qué presumes y te diré de lo que adoleces.” Voy a destacar otro punto en el comportamiento de las personas con adicción al alcohol, para inmediatamente llevarlos a la comprensión de los celos en la relación de la pareja y concluir. El siguiente punto que quiero destacar es el que menciona el Dr. Barriguete: “Cambio en la interpretación de las relaciones interpersonales. El juicio se altera cuando se juzgan acontecimientos que tienen relación con la manera excesiva y desordenada de beber alcohol. Se me ocurre traer como ejemplo aquel relato de Modesto en donde él se describió como dos hombres: uno triste, amenazado, desinteresado de la vida, culpable, avergonzado, temeroso, débil, confuso, y otro que trataba de disimular todo lo anterior, se levantaba temprano para trabajar, hacía cosas lo más agradables posible en el exterior, trataba de beber sin el exceso de otros días, y todo esto para poder alargar también un poco más, la vida de infierno que secretamente estaba llevando, para pagar culpas actuales provocadas en su conducta violatoria de los mandamientos social por las anteriores infantiles e inconcientes, que son las generadoras de este nuevo estado de mala conciencia del alcohólico. Decía que para conservar el precario equilibrio entre esta enfermiza y atávica necesidad de beber y la percepción del daño que se produce y está produciendo a su alrededor con esta conducta, para acallar ilusoriamente a su conciencia, interpreta deformadamente la realidad y cuando, por ejemplo, se ve en la necesidad de dejar un empleo o ya están decidiendo darlo de baja, él interpreta envidias, celos injusticias, traiciones, etc., para no resultar el culpable de tal fracaso provocado por sus excesos en la bebida. Si lo abandona la pareja es porque era muy celosa, muy egoísta, y ahora que ya no puede darle lo que antes le daba, claro, lo abandonó. Con los hijos y con los amigos sucede similar interpretación: de dañador se convierte en dañado. Y ahora con razón puede darse la autorización de beber todo lo que quiera. Sufre tanto, pero nunca, o casi nunca, reflexiona que él lo ha provocado. Este mecanismo de autocompasión o sea, proyectar en el otro lo que uno hace pero no es capaz de reconocer, no es, desde luego, privativo de la enfermedad alcohólica, pero encontramos que se le utiliza en exceso en este padecimiento, como consecuencia del deterioro mental progresivo que produce el alcohol en todas las funciones mentales”. Los celos mórbidos, pasión de celos, nos dice el Dr. Barriguete: “Solo en las personas cuya personalidad se caracteriza por la desconfianza hacia la pareja sin tener motivos reales aparece la celotipia, que con frecuencia indica tendencia homosexuales en el alcohólico que se destaparon como consecuencia de la desorganización producida por el agravamiento de la neurosis previa al alcoholismo”. (p. 180). Quiero aclarar que el texto indica tendencias no que sea precisamente homosexual la persona. “…Menos gravedad revisten aquellos celos que están motivados por el temor de perder a la persona amada como consecuencia de notar una disminución en su rendimiento sexual, porque este temor esta en la línea del juicio de la realidad y puede llevar al enfermo a comprobar que no solo ha desatendido a su pareja en el área sexual, sino en muchas áreas más”. Entonces con el comportamiento grandioso y fanfarrón, y como el alcohol desinhibe, tienden a cometer infidelidades, sintiéndose de lo más galanes o guapas y de lo cual posteriormente, con los sentimientos de culpa, acusan a la esposa(o) (con mecanismos proyectivos) de traición y engaño. Y como el juicio se altera, y no reflexionan sobre sus actos, pues es más fácil señalar a la pareja que pensar que lo que están haciendo ellos es lo que están depositando en la pareja. Es como una manera de aliviar culpas, entonces yo lo hago porque tu, me lo haces, aunque no sea real.Por último voy a describir el trastorno delirante , que tiene varios subtipos entre ellos, los celos. El delirio se define como una falsa creencia basada en una inferencia incorrecta relativa a la realidad externa que es firmemente sostenida, a pesar de lo que casi todo el mundo cree y a pesar de cuanto constituye una prueba o evidencia incontrovertible y obvia de lo contrario. El DSM-IV-TR, describe: “Tipo Celotípico. Este subgrupo se aplica cuando el tema central de la idea delirante es que el cónyuge o amante es infiel. Esta creencia aparece sin ningún motivo y se basa en inferencias erróneas que se apoyan en pequeñas “pruebas” (p.ej., ropas desarregladas o manchas en las sábanas), que son guardadas y utilizadas para justificar la idea delirante. El sujeto con esta idea delirante suele discutir con el cónyuge o amante e intenta intervenir en la infidelidad imaginada (p. Ej., coartando la libertad de movimientos del cónyuge, siguiéndole en secreto, investigando al supuesto amante o agrediendo al cónyuge)”.Goldman considera que: “el asilamiento social, originado ya sea por funcionamiento inadaptativo de la personalidad, limitaciones físicas o dislocación cultural, puede ser un factor importante en la patogénesis de los síntomas de persecución (celotipia) y trastornos delirantes en genera. Kraeplin y Kretschmer postularon que el trastorno era resultado de estrés psicológico abrumador en una personalidad premórbida caracterizada por desconfianza e hipersensibilidad al rechazo. Los investigadores subsecuentes han postulado un déficit del desarrollo de la capacidad para confiar en los demás. Freud atribuyó el pensamiento paranoide a la proyección, un mecanismo psicológico en el que se repudian las ideas o sentimientos inaceptables para la conciencia y se atribuyen (o proyectan) a otros. Salzman (1960) y Cameron (1974) supusieron que los síntomas delirantes se desarrollan a partir de sentimientos subyacentes de vulnerabilidad y demérito.” Aguillaume nos dice que:”El destino natural de los celos es terminar en un duelo. Muchas de las complicaciones clínicas que vemos en pacientes supuestamente celosos tienen que ver con duelos patológicos y no por celos. Así pues, el diagnóstico diferencial, como se dice en medicina es obligado en estas situaciones. A modo de conclusión:
1. Los celos expresan el temor a la pérdida de la persona amada.
2. Los celos anuncian la incompletud y la necesidad que tenemos de la pareja.
3. La posesión indica una falta de respeto y por lo tanto maltrato hacia la pareja.
4. Los celos muestran el destino que tuvieron las experiencias infantiles de las personas y que se reactivan en la pareja. Es por eso que muchas personas no pueden estabilizarse en sus relaciones de pareja debido a identificaciones familiares, donde observaron frecuentemente una inestabilidad en las parejas parentales. En otras circunstancias, los celos como vimos pueden ser mecanismos proyectivos: lo que yo hago, creo que tú lo estás haciendo. En el caso de la adicción al alcohol, el comportamiento de aislamiento y celos, es por la sustancia etílica, ellos tienen una vida que la dedican al alcohol; y del trastorno celotípico, se tendrá que individualizar cada caso. En otros casos, las circunstancias de pérdida, (de trabajo, de seres queridos, de salud, vitalidad, nido vacío –cuando los hijos se casan-) se reactivan los celos.
Por: Rosario González Franco
No nos es desconocido para ninguno de nosotros el sentimiento de los celos, y existe en todas las relaciones, entre hermanos, amigos, compañeros de trabajo, pero en este artículo me voy a referir a las relaciones de pareja.
Para ir guiándonos en el tema, tomamos la definición del Diccionario de R. Chemama y B. Vandsermaersch: “Conjuto de sentimientos dolorosos y de ideas en un sujeto que teme, sospecha o tiene la certeza de que su objeto de amor le es infiel¨. Esto, hace sentir a la persona celosa, temor a la pérdida de su pareja, ansiedad, ofensa, desconfianza, sentimientos hostiles hacia el rival y hacia la pareja, autocrítica contra el propio yo, responsable por la pérdida de la pareja. Es el motor central en la violencia de género que continuamente denuncian los medios de comunicación y con los que constantemente nuestros esfuerzos como psicoterapeutas están encausados a darle apoyo y entendimiento a esta problemática, y esta es la finalidad de este artículo.
Cuando estos celos son normales y cuando son psicopatológicos, la respuesta la podemos observar en relación al sufrimiento que causa a la pareja y por lo tanto a la relación familiar. Tenemos que tomar en cuenta que en los celos enfermizos, la hostilidad hacia la pareja que se cree le ha engañado es muy cruel y los sentimientos de extrañeza de la parte acusada suelen causan desorganización emocional –y esto es maltrato psicológico-. En segundo lugar esta el sentimiento de sentir la pérdida de la pareja. Existe otro sentimiento oculto en los celos: el de posesión. La creencia de que la “otra persona nos pertenece y nos debe ser absolutos en sus afectos”, esto es cuando observamos que la persona explota al notar que otras personas aprecian a su pareja sin ser nada fuera de lo socialmente aceptable. Frank Pittman nos dice: “los celos y la envidia se suelen confundir. Mientras que los celos son normales y necesarios bajo ciertas condiciones, la envidia es una emoción bastante desagradable. Los envidiosos (todos lo somos hasta cierto punto) quieren más. No sólo quieren lo que otros tienen, sino que además quieren que los otros no lo tengan. Pasan la vida sintiéndose despojados y, por eso, merecedores de mejor suerte. El amor que reciben nunca les parece suficiente y tienen poco amor que dar (lo cual no debe extrañarnos)” Pittman agrega: “los verdaderos envidiosos, suelen ser extremadamente competitivos; suponen que otros rivalizan con ellos en aquellas áreas en que se sienten más inseguros. A veces, suponen que su pareja se siente atraída por lo que ellos envidian en otros”.Hay dos puntos más que me parecen importantes destacar del libro de Pittman y que son: “1. Los celos y la autoestima: las personas demasiado celosas se suelen sentir despreciables. Su desvalorización que proviene en lo esencial de su interioridad, puede derivar de un secreto (una relación incestuosa en la niñez o una aventura amorosa del pasado), una imperfección muy criticada en su familia de origen (ser menos listo o agraciado que un hermano, hermana o progenitor) o un matrimonio anterior fracasado. Algunos se sienten más celosos en períodos de fracaso o pérdida. Quiénes sufren la pérdida de un empleo, la muerte de sus padres y la partida de los hijos, quizá se sientan perdidos y quieran atraer más hacia sí a su cónyuge. Si en ese momento una mayor intimidad no es conveniente para este, pueden surgir los celos. 2: Quienes han sido infieles recientemente (y están avergonzados de su acción) suelen ser los candidatos más probables a manifestar ataques de celos no provocados. La persona asustada y culpable que crea distancia para proteger un secreto y, al mismo tiempo, se angustia y clama por una mayor proximidad, tal vez manifieste celos incoherentes y desorientadores por el hecho de pedir simultáneamente intimidad y distanciamiento. Cualquier respuesta del cónyuge aumentaría su angustia en uno u otro sentido”. Ahora quiero hablarles de otro tipo de celos, y es el caso de las personas con adicción al alcohol, y voy a citar aquí el libro del Dr. Armando Barriguelte: ¨Lo que el vino se llevó” : “En sociedades en las que el uso del alcohol se acostumbra como ansiolítico social sería muy difícil encontrar a alguna persona adulta que en cierta ocasión, por motivos de alegría o de tristeza, no se haya emborrachado una o varias veces. El enfermo alcohólico, cuando está borracho, es igual o parecido a cualquier persona que tomó en demasía, lo que pasa con él es que, a diferencia del que se emborracha solamente, mientras más toma, más quiere y al día siguiente, esas ganas de repetir la tomada vuelven a aparecer y las lleva a cabo, y el que únicamente se emborrachó, al día siguiente no quiere saber nada de la bebida, se ha olvidado del alcohol; en cambio el que ha contraído la enfermedad se queda “pegado” a ella, y al otro día vuelve a beber, ya sea abiertamente, o a escondidas, o se aguanta, según las circunstancias, pero el alcohol continúa presente en él”.Espero que con lo anterior les haya quedado claro cómo pueden darse cuenta de si su pareja tiene adicción al alcohol: su vida, gira alrededor del alcohol, esta es la característica principal de la adicción. Por ejemplo, hasta los cumpleaños de los niños las quieren hacer alrededor del alcohol, pretexto del cumpleaños. Quiero mencionarles ahora otro comportamiento que nos menciona el Dr. Barriguete en su libro: “Comportamiento grandioso y fanfarrón. Cuando un sujeto es afectado por la enfermedad, pese a la negación que hace de ella, en alguna parte de su mente advierte que el alcoholismo está produciendo en él, o ha producido ya, un respetable grado de degradación moral y social; para contrarrestarlo se forra con un ropaje grandioso y fanfarrón, para lucir todo lo contrario del deterioro que va constatando en sí mismo. Con su conducta grandiosa y fanfarrona el alcohólico no solamente trata de dar una imagen diferente hacia el exterior, sino que es un mecanismo dirigido a convencerse él mismo de su grandiosidad. Dime de qué presumes y te diré de lo que adoleces.” Voy a destacar otro punto en el comportamiento de las personas con adicción al alcohol, para inmediatamente llevarlos a la comprensión de los celos en la relación de la pareja y concluir. El siguiente punto que quiero destacar es el que menciona el Dr. Barriguete: “Cambio en la interpretación de las relaciones interpersonales. El juicio se altera cuando se juzgan acontecimientos que tienen relación con la manera excesiva y desordenada de beber alcohol. Se me ocurre traer como ejemplo aquel relato de Modesto en donde él se describió como dos hombres: uno triste, amenazado, desinteresado de la vida, culpable, avergonzado, temeroso, débil, confuso, y otro que trataba de disimular todo lo anterior, se levantaba temprano para trabajar, hacía cosas lo más agradables posible en el exterior, trataba de beber sin el exceso de otros días, y todo esto para poder alargar también un poco más, la vida de infierno que secretamente estaba llevando, para pagar culpas actuales provocadas en su conducta violatoria de los mandamientos social por las anteriores infantiles e inconcientes, que son las generadoras de este nuevo estado de mala conciencia del alcohólico. Decía que para conservar el precario equilibrio entre esta enfermiza y atávica necesidad de beber y la percepción del daño que se produce y está produciendo a su alrededor con esta conducta, para acallar ilusoriamente a su conciencia, interpreta deformadamente la realidad y cuando, por ejemplo, se ve en la necesidad de dejar un empleo o ya están decidiendo darlo de baja, él interpreta envidias, celos injusticias, traiciones, etc., para no resultar el culpable de tal fracaso provocado por sus excesos en la bebida. Si lo abandona la pareja es porque era muy celosa, muy egoísta, y ahora que ya no puede darle lo que antes le daba, claro, lo abandonó. Con los hijos y con los amigos sucede similar interpretación: de dañador se convierte en dañado. Y ahora con razón puede darse la autorización de beber todo lo que quiera. Sufre tanto, pero nunca, o casi nunca, reflexiona que él lo ha provocado. Este mecanismo de autocompasión o sea, proyectar en el otro lo que uno hace pero no es capaz de reconocer, no es, desde luego, privativo de la enfermedad alcohólica, pero encontramos que se le utiliza en exceso en este padecimiento, como consecuencia del deterioro mental progresivo que produce el alcohol en todas las funciones mentales”. Los celos mórbidos, pasión de celos, nos dice el Dr. Barriguete: “Solo en las personas cuya personalidad se caracteriza por la desconfianza hacia la pareja sin tener motivos reales aparece la celotipia, que con frecuencia indica tendencia homosexuales en el alcohólico que se destaparon como consecuencia de la desorganización producida por el agravamiento de la neurosis previa al alcoholismo”. (p. 180). Quiero aclarar que el texto indica tendencias no que sea precisamente homosexual la persona. “…Menos gravedad revisten aquellos celos que están motivados por el temor de perder a la persona amada como consecuencia de notar una disminución en su rendimiento sexual, porque este temor esta en la línea del juicio de la realidad y puede llevar al enfermo a comprobar que no solo ha desatendido a su pareja en el área sexual, sino en muchas áreas más”. Entonces con el comportamiento grandioso y fanfarrón, y como el alcohol desinhibe, tienden a cometer infidelidades, sintiéndose de lo más galanes o guapas y de lo cual posteriormente, con los sentimientos de culpa, acusan a la esposa(o) (con mecanismos proyectivos) de traición y engaño. Y como el juicio se altera, y no reflexionan sobre sus actos, pues es más fácil señalar a la pareja que pensar que lo que están haciendo ellos es lo que están depositando en la pareja. Es como una manera de aliviar culpas, entonces yo lo hago porque tu, me lo haces, aunque no sea real.Por último voy a describir el trastorno delirante , que tiene varios subtipos entre ellos, los celos. El delirio se define como una falsa creencia basada en una inferencia incorrecta relativa a la realidad externa que es firmemente sostenida, a pesar de lo que casi todo el mundo cree y a pesar de cuanto constituye una prueba o evidencia incontrovertible y obvia de lo contrario. El DSM-IV-TR, describe: “Tipo Celotípico. Este subgrupo se aplica cuando el tema central de la idea delirante es que el cónyuge o amante es infiel. Esta creencia aparece sin ningún motivo y se basa en inferencias erróneas que se apoyan en pequeñas “pruebas” (p.ej., ropas desarregladas o manchas en las sábanas), que son guardadas y utilizadas para justificar la idea delirante. El sujeto con esta idea delirante suele discutir con el cónyuge o amante e intenta intervenir en la infidelidad imaginada (p. Ej., coartando la libertad de movimientos del cónyuge, siguiéndole en secreto, investigando al supuesto amante o agrediendo al cónyuge)”.Goldman considera que: “el asilamiento social, originado ya sea por funcionamiento inadaptativo de la personalidad, limitaciones físicas o dislocación cultural, puede ser un factor importante en la patogénesis de los síntomas de persecución (celotipia) y trastornos delirantes en genera. Kraeplin y Kretschmer postularon que el trastorno era resultado de estrés psicológico abrumador en una personalidad premórbida caracterizada por desconfianza e hipersensibilidad al rechazo. Los investigadores subsecuentes han postulado un déficit del desarrollo de la capacidad para confiar en los demás. Freud atribuyó el pensamiento paranoide a la proyección, un mecanismo psicológico en el que se repudian las ideas o sentimientos inaceptables para la conciencia y se atribuyen (o proyectan) a otros. Salzman (1960) y Cameron (1974) supusieron que los síntomas delirantes se desarrollan a partir de sentimientos subyacentes de vulnerabilidad y demérito.” Aguillaume nos dice que:”El destino natural de los celos es terminar en un duelo. Muchas de las complicaciones clínicas que vemos en pacientes supuestamente celosos tienen que ver con duelos patológicos y no por celos. Así pues, el diagnóstico diferencial, como se dice en medicina es obligado en estas situaciones. A modo de conclusión:
1. Los celos expresan el temor a la pérdida de la persona amada.
2. Los celos anuncian la incompletud y la necesidad que tenemos de la pareja.
3. La posesión indica una falta de respeto y por lo tanto maltrato hacia la pareja.
4. Los celos muestran el destino que tuvieron las experiencias infantiles de las personas y que se reactivan en la pareja. Es por eso que muchas personas no pueden estabilizarse en sus relaciones de pareja debido a identificaciones familiares, donde observaron frecuentemente una inestabilidad en las parejas parentales. En otras circunstancias, los celos como vimos pueden ser mecanismos proyectivos: lo que yo hago, creo que tú lo estás haciendo. En el caso de la adicción al alcohol, el comportamiento de aislamiento y celos, es por la sustancia etílica, ellos tienen una vida que la dedican al alcohol; y del trastorno celotípico, se tendrá que individualizar cada caso. En otros casos, las circunstancias de pérdida, (de trabajo, de seres queridos, de salud, vitalidad, nido vacío –cuando los hijos se casan-) se reactivan los celos.
DEPRESIón
Nadie estamos exentos de sufrir de depresión, últimamente se ha incrementado el número de niños con depresión, adolescentes, jóvenes, adultos y personas de la tercera edad podemos en algún momento de nuestra vida padecer la enfermedad...
La depresión es una enfermedad seria que afecta el pensamiento, el estado anímico, los sentimientos, el comportamiento y la salud física, es uno de los trastornos mentales más comunes y es una de las enfermedades más incapacitantes que hay en el mundo. Es frecuente que quienes la padecen se sientan apenados consigo mismos por que creen que el sufrir una enfermedad así es sinónimo de debilidad o de locura y nada más alejado de la realidad que eso, y es algo que debe de tener presente la persona que sufre depresión. La condición depresiva le da a la persona una exagerada capacidad para enfocar los aspectos negativos de su mundo, lo que viene a provocar un incremento de la sensación de desesperanza y vacío de la persona.
¿Quien la puede padecer?
Nadie estamos exentos de sufrir de depresión, últimamente se ha incrementado el número de niños con depresión, adolescentes, jóvenes, adultos y personas de la tercera edad podemos en algún momento de nuestra vida padecer la enfermedad. En este momento, podemos afirmar que el 15 % de la población tiene depresión y desafortunadamente muchos de quienes la padecen, lo desconocen y por lo tanto no están bajo ningún tratamiento médico o psicológico.
¿Cuáles son los signos y síntomas de la depresión?
Los principales signos y síntomas de la depresión son los que a continuación mencionamos y el padecer cinco o más de ellos nos debe obligar a acudir al médico para descartar o confirmar el diagnostico ya que puede haber enfermedades físicas que pudieran confundirse con la depresión.
• Estado de animo deprimido la mayor parte del día.
• Perdida del interés o placer por las actividades diarias.
• Perdida de energía o cansancio casi todos los días.
• Perdida de la confianza o de la autoestima.
• Sentimientos de culpa.
• Pensamientos repetitivos de muerte o suicidio.
• Fallas en la concentración o toma de decisiones.
• Agitación o lentitud psicomotora.
• Falta o exceso de sueño
• Perdida o aumento de peso.
¿Cuáles son los tipos de Depresión que hay?
• Depresión Leve.
• Depresión Mayor.
• Depresión con Síntomas Psicóticos
Depresión Leve:
Esta corresponde a un descenso en el bienestar de la persona y el diagnóstico requiere al menos dos de los tres primeros síntomas de la lista de Signos y Síntomas.
Depresión mayor:
La triada de síntomas emocionales, síntomas psicomotores y pensamientos negativos es más evidente en la depresión mayor. El diagnóstico de depresión mayor de acuerdo con el DSM-IV (manual diagnóstico) requiere cuando menos cinco síntomas de lista de signos y síntomas mencionada anteriormente.
Depresión Mayor con Síntomas Psicóticos:
La depresión mayor con síntomas psicóticos o depresión grave, comparte los mismos criterios para la clasificación anterior y además la presencia de síntomas psicóticos como las alucinaciones auditivas y/o visuales y las ideas delirantes. Cabe aclarar que las alucinaciones auditivas consisten en escuchar voces o ruidos que no existen, solo el paciente los escucha, y las ideas delirantes corresponden a pensamientos extraños, irreales e inadecuados.
Factores de riesgo o causas:
Entre las principales causas de depresión están las siguientes:
• Factores Genéticos.
• Estrés.
• Enfermedades físicas.
• Cambios hormonales.
• Abuso de alcohol y otras drogas.
• Violencia intrafamiliar.
• Conflictos de pareja.
• Antecedentes de maltrato infantil.
• Rasgos de carácter.
Señales de alarma:
Es importante que la familia conozca las señales de alarma que debemos tomar en cuenta para saber que nuestro paciente corre algún riesgo de autoagresión considerando que un alto número de pacientes con depresión piensan en el suicidio como una solución. Nunca debemos de pensar “Solo quiere llamar la atención” por que en realidad, alguien que ya expresó su deseo de hacerlo, es un suicida en potencia. Las señales que debemos considerar son las siguientes:
• Comportamiento agitado.
• Amenazas de querer hacerse daño.
• Expresar el deseo de morirse.
• Suspensión o separación de actividades o grupos.
• Regalar posesiones.
• Hacer comentarios de despedida.
• Comportamiento arriesgado.
El Tratamiento de la Depresión.
Es importante dejar bien claro que considerando que la depresión es una enfermedad mental seria, esta no va a desparecer sola y sin necesidad de tratamiento, muchas veces la familia del paciente al desconocer la naturaleza de la enfermedad le recomiendan o le animan a salir adelante solo, sin necesidad de ayuda profesional y descalificando el tratamiento psiquiátrico o psicológico y esto hace que el paciente se sienta más impotente e inútil, por lo que debemos de saber que el tratamiento ideal para esta enfermedad es de entrada farmacológico y acompañado de terapia psicológica para garantizar una mejor respuesta y una mejor evolución. Es importante señalar que los antidepresivos en la actualidad son medicamentos muy nobles, con pocos o muy leves efectos secundarios y que no producen adicción y si una cura más rápida y efectiva por lo que no hay que temerles, el tiempo necesario que hay que tomarlos, en el caso de una depresión mayor, es en promedio de 6 a 8 meses y en cuanto el médico indique la suspensión del tratamiento, el paciente continuará sintiéndose bien, incluso sin el antidepresivo. Por otro lado, la psicoterapia es un procedimiento psicológico que ayudará a la persona a desarrollar una actitud de afrontamiento más efectiva, mejorar la autoestima y ver el mundo de una manera más realista y con una mejor perspectiva del futuro. Mucha gente se ha beneficiado del tratamiento para la depresión, si acaso usted siente que sufre de algún síntoma depresivo, no lo piense más y busque ayuda.
La depresión es una enfermedad seria que afecta el pensamiento, el estado anímico, los sentimientos, el comportamiento y la salud física, es uno de los trastornos mentales más comunes y es una de las enfermedades más incapacitantes que hay en el mundo. Es frecuente que quienes la padecen se sientan apenados consigo mismos por que creen que el sufrir una enfermedad así es sinónimo de debilidad o de locura y nada más alejado de la realidad que eso, y es algo que debe de tener presente la persona que sufre depresión. La condición depresiva le da a la persona una exagerada capacidad para enfocar los aspectos negativos de su mundo, lo que viene a provocar un incremento de la sensación de desesperanza y vacío de la persona.
¿Quien la puede padecer?
Nadie estamos exentos de sufrir de depresión, últimamente se ha incrementado el número de niños con depresión, adolescentes, jóvenes, adultos y personas de la tercera edad podemos en algún momento de nuestra vida padecer la enfermedad. En este momento, podemos afirmar que el 15 % de la población tiene depresión y desafortunadamente muchos de quienes la padecen, lo desconocen y por lo tanto no están bajo ningún tratamiento médico o psicológico.
¿Cuáles son los signos y síntomas de la depresión?
Los principales signos y síntomas de la depresión son los que a continuación mencionamos y el padecer cinco o más de ellos nos debe obligar a acudir al médico para descartar o confirmar el diagnostico ya que puede haber enfermedades físicas que pudieran confundirse con la depresión.
• Estado de animo deprimido la mayor parte del día.
• Perdida del interés o placer por las actividades diarias.
• Perdida de energía o cansancio casi todos los días.
• Perdida de la confianza o de la autoestima.
• Sentimientos de culpa.
• Pensamientos repetitivos de muerte o suicidio.
• Fallas en la concentración o toma de decisiones.
• Agitación o lentitud psicomotora.
• Falta o exceso de sueño
• Perdida o aumento de peso.
¿Cuáles son los tipos de Depresión que hay?
• Depresión Leve.
• Depresión Mayor.
• Depresión con Síntomas Psicóticos
Depresión Leve:
Esta corresponde a un descenso en el bienestar de la persona y el diagnóstico requiere al menos dos de los tres primeros síntomas de la lista de Signos y Síntomas.
Depresión mayor:
La triada de síntomas emocionales, síntomas psicomotores y pensamientos negativos es más evidente en la depresión mayor. El diagnóstico de depresión mayor de acuerdo con el DSM-IV (manual diagnóstico) requiere cuando menos cinco síntomas de lista de signos y síntomas mencionada anteriormente.
Depresión Mayor con Síntomas Psicóticos:
La depresión mayor con síntomas psicóticos o depresión grave, comparte los mismos criterios para la clasificación anterior y además la presencia de síntomas psicóticos como las alucinaciones auditivas y/o visuales y las ideas delirantes. Cabe aclarar que las alucinaciones auditivas consisten en escuchar voces o ruidos que no existen, solo el paciente los escucha, y las ideas delirantes corresponden a pensamientos extraños, irreales e inadecuados.
Factores de riesgo o causas:
Entre las principales causas de depresión están las siguientes:
• Factores Genéticos.
• Estrés.
• Enfermedades físicas.
• Cambios hormonales.
• Abuso de alcohol y otras drogas.
• Violencia intrafamiliar.
• Conflictos de pareja.
• Antecedentes de maltrato infantil.
• Rasgos de carácter.
Señales de alarma:
Es importante que la familia conozca las señales de alarma que debemos tomar en cuenta para saber que nuestro paciente corre algún riesgo de autoagresión considerando que un alto número de pacientes con depresión piensan en el suicidio como una solución. Nunca debemos de pensar “Solo quiere llamar la atención” por que en realidad, alguien que ya expresó su deseo de hacerlo, es un suicida en potencia. Las señales que debemos considerar son las siguientes:
• Comportamiento agitado.
• Amenazas de querer hacerse daño.
• Expresar el deseo de morirse.
• Suspensión o separación de actividades o grupos.
• Regalar posesiones.
• Hacer comentarios de despedida.
• Comportamiento arriesgado.
El Tratamiento de la Depresión.
Es importante dejar bien claro que considerando que la depresión es una enfermedad mental seria, esta no va a desparecer sola y sin necesidad de tratamiento, muchas veces la familia del paciente al desconocer la naturaleza de la enfermedad le recomiendan o le animan a salir adelante solo, sin necesidad de ayuda profesional y descalificando el tratamiento psiquiátrico o psicológico y esto hace que el paciente se sienta más impotente e inútil, por lo que debemos de saber que el tratamiento ideal para esta enfermedad es de entrada farmacológico y acompañado de terapia psicológica para garantizar una mejor respuesta y una mejor evolución. Es importante señalar que los antidepresivos en la actualidad son medicamentos muy nobles, con pocos o muy leves efectos secundarios y que no producen adicción y si una cura más rápida y efectiva por lo que no hay que temerles, el tiempo necesario que hay que tomarlos, en el caso de una depresión mayor, es en promedio de 6 a 8 meses y en cuanto el médico indique la suspensión del tratamiento, el paciente continuará sintiéndose bien, incluso sin el antidepresivo. Por otro lado, la psicoterapia es un procedimiento psicológico que ayudará a la persona a desarrollar una actitud de afrontamiento más efectiva, mejorar la autoestima y ver el mundo de una manera más realista y con una mejor perspectiva del futuro. Mucha gente se ha beneficiado del tratamiento para la depresión, si acaso usted siente que sufre de algún síntoma depresivo, no lo piense más y busque ayuda.
Formando el Caracter en los hijos
.Si eres de los padres que trabajan en la formación de sus hijos en lugar de conformarse con lo que otros le enseñan o con el temperamento que le tocó a cada uno de tus hijos, entonces, sigue leyendo para que encuentres algunas recomendaciones que te serán de gran utilidad...
Por: María Lourdes Valdés Conte
Todo padre tiene como objetivo que sus hijos sean felices. También busca, por los medios que sean necesarios, satisfacer sus necesidades de la mejor manera posible. Estos objetivos suelen relacionarse con los aspectos materiales y afectivos que se ofrecen dentro del ambiente familiar. Sin embargo, muchos padres de familia olvidan la clave de la verdadera felicidad y desarrollan actitudes que causan frustración e infelicidad, muchas veces sin saberlo ni quererlo.
La verdadera clave de la felicidad NO se encuentra en el tipo de ropa o juguetes que les compras a tus hijos, ni en el lugar a donde los lleves de vacaciones, ni en la cantidad de dinero que les ofreces a la semana. Lo que realmente puede convertir a tus hijos en personas realizadas y satisfechas es la formación de un carácter fortalecido por las virtudes morales y laborales. Las investigaciones nos demuestran que un carácter bien formado es la mejor herencia que les puedes dejar a tus hijos, porque es algo que prevalece a través del tiempo y que supera todos los obstáculos y dificultades de la vida.
Si eres de los padres que trabajan en la formación de sus hijos en lugar de conformarse con lo que otros le enseñan o con el temperamento que le tocó a cada uno de tus hijos, entonces, sigue leyendo para que encuentres algunas recomendaciones que te serán de gran utilidad:
Primeramente, es necesario que tengas conciencia de que el carácter de tus hijos se forma día con día durante toda la vida y aprovechando todas las circunstancias y situaciones que puedan fortalecerlo. Tienes que entender que formar el carácter es educar a tus hijos a hacer “siempre” lo que es “correcto”, y aquí tengo que resaltar estas dos palabras: “siempre” y “correcto”. A tus hijos les tiene que quedar muy claro lo que es correcto y lo que no lo es; además, tendrán que aprender a decidir hacer lo correcto, siempre, independientemente de lo que pueda costar, porque el carácter se forma en base a principios morales que deben quedarles muy claros a nuestros niños y jóvenes para que su conciencia sea libre y tranquila. Con esto garantizas la paz interior y la felicidad de tus hijos.
Hacer siempre lo correcto no será sencillo en un principio, ni para ti ni para ellos, debido a la tendencia que tenemos los seres humanos a justificarnos por nuestras debilidades y a evitar enfrentarnos a las cosas que nos cuestan trabajo y esfuerzo. Pero, en esto consiste precisamente la formación de nuestro carácter, en aprender a superar nuestras debilidades y en enfrentar con voluntad aquellas situaciones que requieran de nuestro trabajo y perseverancia, tanto en la parte material y laboral como en la parte moral. Formar el carácter es disciplinar el cuerpo, la mente, la voluntad y el corazón de tus hijos.
¿Qué es lo que tenemos que desarrollar en nuestros hijos para formar su carácter? Pues, aunque la lista de cualidades requiere tiempo, trabajo y perseverancia, la recompensa bien vale la pena. Además, estarás formando con esto tu propio carácter.
1. Enséñales, primero a amar y a respetar la vida en todas sus formas: Nuestros hijos tienen que ser sensibles a los sentimientos de todos los seres vivos. Tienen que valorar la vida de nuestras plantas, nuestros animales y de todo ser humano. Desarrolla en ellos la empatía, la compasión y la generosidad hacia los demás.
2. Muestra respeto por las emociones y sentimientos de tus hijos y permíteles expresarlos de maneras adecuadas. “Escúchalos con todo tu ser” cuando quieran decirte algo y demuéstrales la forma correcta de comunicarse.
3. Enseña a tus hijos a tener metas y a alcanzarlas. Que no dejen las cosas a medias. Ayúdales a sentir la satisfacción de una tarea bien terminada. Dejar las cosas a medias o mal hechas es falta de carácter. Practica con tus hijos la perseverancia y la determinación hasta llegar a la meta con excelencia.
4. Educa a tus hijos en la “cultura del esfuerzo”. Hellen Keller decía: “El carácter no se puede formar en la comodidad. Sólo mediante la prueba y el sufrimiento se fortalece el alma, se inspiran las aspiraciones y se alcanza el éxito”.
5. Permite que tus hijos “se frustren” de vez en cuando y enséñales a superar las frustraciones con una buena actitud. Demuéstrales que la actitud positiva es muy poderosa cuando se quiere alcanzar el éxito.
6. Fomenta la autodisciplina y la responsabilidad. Recuerda que tú puedes modelar estas dos virtudes pero son tus hijos quienes tienen que practicarlas para que sean parte de su propia vida. No les resuelvas las cosas que ellos mismos pueden solucionar ni hagas las cosas que ellos ya son capaces de realizar. Tus hijos tienen que “practicar” el “ser responsables”.
7. Compromete a toda tu familia a vivir en la excelencia moral y laboral. La meta es: Ser las mejores personas que podamos llegar a ser.
Visualiza a tus hijos viviendo en la excelencia. Tus expectativas y tu trabajo como padre que forma y que no se conforma, dará como frutos a seres humanos que vivan con dignidad y dispuestos a vivir en el bien y en el amor. Quien camina por este camino, vivirá feliz y satisfecho de ir “siempre” por el camino “correcto”.
Por: María Lourdes Valdés Conte
Todo padre tiene como objetivo que sus hijos sean felices. También busca, por los medios que sean necesarios, satisfacer sus necesidades de la mejor manera posible. Estos objetivos suelen relacionarse con los aspectos materiales y afectivos que se ofrecen dentro del ambiente familiar. Sin embargo, muchos padres de familia olvidan la clave de la verdadera felicidad y desarrollan actitudes que causan frustración e infelicidad, muchas veces sin saberlo ni quererlo.
La verdadera clave de la felicidad NO se encuentra en el tipo de ropa o juguetes que les compras a tus hijos, ni en el lugar a donde los lleves de vacaciones, ni en la cantidad de dinero que les ofreces a la semana. Lo que realmente puede convertir a tus hijos en personas realizadas y satisfechas es la formación de un carácter fortalecido por las virtudes morales y laborales. Las investigaciones nos demuestran que un carácter bien formado es la mejor herencia que les puedes dejar a tus hijos, porque es algo que prevalece a través del tiempo y que supera todos los obstáculos y dificultades de la vida.
Si eres de los padres que trabajan en la formación de sus hijos en lugar de conformarse con lo que otros le enseñan o con el temperamento que le tocó a cada uno de tus hijos, entonces, sigue leyendo para que encuentres algunas recomendaciones que te serán de gran utilidad:
Primeramente, es necesario que tengas conciencia de que el carácter de tus hijos se forma día con día durante toda la vida y aprovechando todas las circunstancias y situaciones que puedan fortalecerlo. Tienes que entender que formar el carácter es educar a tus hijos a hacer “siempre” lo que es “correcto”, y aquí tengo que resaltar estas dos palabras: “siempre” y “correcto”. A tus hijos les tiene que quedar muy claro lo que es correcto y lo que no lo es; además, tendrán que aprender a decidir hacer lo correcto, siempre, independientemente de lo que pueda costar, porque el carácter se forma en base a principios morales que deben quedarles muy claros a nuestros niños y jóvenes para que su conciencia sea libre y tranquila. Con esto garantizas la paz interior y la felicidad de tus hijos.
Hacer siempre lo correcto no será sencillo en un principio, ni para ti ni para ellos, debido a la tendencia que tenemos los seres humanos a justificarnos por nuestras debilidades y a evitar enfrentarnos a las cosas que nos cuestan trabajo y esfuerzo. Pero, en esto consiste precisamente la formación de nuestro carácter, en aprender a superar nuestras debilidades y en enfrentar con voluntad aquellas situaciones que requieran de nuestro trabajo y perseverancia, tanto en la parte material y laboral como en la parte moral. Formar el carácter es disciplinar el cuerpo, la mente, la voluntad y el corazón de tus hijos.
¿Qué es lo que tenemos que desarrollar en nuestros hijos para formar su carácter? Pues, aunque la lista de cualidades requiere tiempo, trabajo y perseverancia, la recompensa bien vale la pena. Además, estarás formando con esto tu propio carácter.
1. Enséñales, primero a amar y a respetar la vida en todas sus formas: Nuestros hijos tienen que ser sensibles a los sentimientos de todos los seres vivos. Tienen que valorar la vida de nuestras plantas, nuestros animales y de todo ser humano. Desarrolla en ellos la empatía, la compasión y la generosidad hacia los demás.
2. Muestra respeto por las emociones y sentimientos de tus hijos y permíteles expresarlos de maneras adecuadas. “Escúchalos con todo tu ser” cuando quieran decirte algo y demuéstrales la forma correcta de comunicarse.
3. Enseña a tus hijos a tener metas y a alcanzarlas. Que no dejen las cosas a medias. Ayúdales a sentir la satisfacción de una tarea bien terminada. Dejar las cosas a medias o mal hechas es falta de carácter. Practica con tus hijos la perseverancia y la determinación hasta llegar a la meta con excelencia.
4. Educa a tus hijos en la “cultura del esfuerzo”. Hellen Keller decía: “El carácter no se puede formar en la comodidad. Sólo mediante la prueba y el sufrimiento se fortalece el alma, se inspiran las aspiraciones y se alcanza el éxito”.
5. Permite que tus hijos “se frustren” de vez en cuando y enséñales a superar las frustraciones con una buena actitud. Demuéstrales que la actitud positiva es muy poderosa cuando se quiere alcanzar el éxito.
6. Fomenta la autodisciplina y la responsabilidad. Recuerda que tú puedes modelar estas dos virtudes pero son tus hijos quienes tienen que practicarlas para que sean parte de su propia vida. No les resuelvas las cosas que ellos mismos pueden solucionar ni hagas las cosas que ellos ya son capaces de realizar. Tus hijos tienen que “practicar” el “ser responsables”.
7. Compromete a toda tu familia a vivir en la excelencia moral y laboral. La meta es: Ser las mejores personas que podamos llegar a ser.
Visualiza a tus hijos viviendo en la excelencia. Tus expectativas y tu trabajo como padre que forma y que no se conforma, dará como frutos a seres humanos que vivan con dignidad y dispuestos a vivir en el bien y en el amor. Quien camina por este camino, vivirá feliz y satisfecho de ir “siempre” por el camino “correcto”.
REGLAS DE ORO
Reglas de oro para apoyar y guiar a tus hijos. Cuando se ve en las noticias o se escuchan comentarios de serios crímenes, ataques y agresiones que están cometiendo los jóvenes, los adultos ingenuamente piensan que eso nunca estará cerca de su hogar.
En los últimos tiempos, esta escalofriante galería criminal ha indignado a la opinión pública regiomontana, sobre todo por contener dos ingredientes en común: juventud y violencia exacerbada.
¿Qué está pasando? Todos los adultos buscan hoy desde sus diversas ópticas, encontrar una o varias respuestas a esta trágica realidad.
I. Humanizar a la sociedad.
Una comunidad egoísta, en donde cada quien se interesa en lo suyo y donde el sistema social (familia, estado, religión) no logra regular valores. "No le estamos dando prioridad al sujeto por sí mismo", "La familia se ha relajado en su función".
Antes los roles estaban bien definidos, ahora parece que falta tiempo para cubrir las necesidades económicas y va dejando de lado lo más importante: la comunicación con los hijos y educar en valores. Una educación de valores no es dar una fórmula de comportamiento, sino brindar ejemplo de conducta hacia los demás.
II. Fomentar tolerancia
En el primer grupo social que es la familia se tiene que fomentar valores como el respeto, la tolerancia y la igualdad entre el hombre y la mujer. Es tiempo además de que las autoridades establezcan modelos educativos formales.
III. Orientar desde casa
Después de sacudidas tan fuertes como asesinatos y actos violentos de jóvenes contra mujeres, niños y ancianos, hay que intervenir y aplicar una seria evaluación para saber que está pasando en el núcleo familiar. Probablemente existan señales que gritan: ¡Atiende y actúa! Ejemplos: si los hijos se encuentran deprimidos, hurtan pequeñas cosas, participan en pleitos o son abusivos, generan problemas, si la joven viene con un novio tomado, o si una y otra vez el joven no llega a dormir es una señal de alarma.
"Es cierto que muchos jóvenes no se caracterizan por comunicar a sus padres lo que les pasa, sienten que pueden manejar su vida, que necesitan independencia, pero una manera de saber en qué andan es conocer a sus amigos, escuchar sus opiniones, sus temas de interés, sus estados de ánimo”.
"Hay que orientarlos y no sermonearlos ni dirigir la conversación cuando cuentan sus cosas, porque seguro no lo volverán a hacer".
Muchos padres sienten miedo a enfrentar a sus hijos o vergüenza de pedir ayuda especializada cuando se trata de alguna adicción o problema psicológico, pero esa actitud conlleva un grave error.
"A veces los padres niegan o minimizan los problemas que tienen los hijos, y luego se asustan o sorprenden cuando explotan como un volcán".
Abrir los ojos y estar atentos es la clave. Si cada papá o mamá no está alerta a realidad social y a lo que ocurre dentro de su propio hogar, quizá en cualquier otro momento la trágica historia de las familias que se observan en las noticias podría repetirse y volver a conmover a la Ciudad.
Recomendaciones:
• Conoce bien a las amistades de tus hijos.
• Atiende sus necesidades emocionales.
• Aplica disciplina en casa.
• Promueve en el hogar los valores y la tolerancia a la frustración.
• Evita que se familiaricen con la violencia (es común en algunos videojuegos, películas, letras de canciones y sitios de Internet).
• Nunca dejes a los hijos pequeños al cuidado de sus hermanos adolescentes.
• Enséñales a expresar los sentimientos, pero sin lastimar a otros.
• Alértalos para que eviten amigos o parejas sentimentales violentas.
Focos rojos
Características de una persona que puede llegar a cometer actos violentos contra su pareja.
• Vivió una historia infantil y/o juvenil de violencia familiar.
• Acusa de infidelidad a su pareja y le prohíbe hablar con personas del sexo opuesto.
• Le critica hasta la ropa.
• Separa a su pareja de amigos y familiares.
• Amenaza con dejar a su pareja o quitarse la vida.
• Muestra cambios drásticos de humor y pasa de ser una persona pacífica y tierna a destructiva e iracunda, al grado de golpear paredes y romper objetos.
• Es adicto a las drogas y/o al alcohol.
• Piensa que es inferior o superior al resto de las personas.
• Cree que las mujeres deben ser sumisas y obedientes y que los hombres tienen el derecho de castigarlas.
• Pide relaciones sexuales para calmar su ira.
"Es apremiante que los padres de familia refuercen la comunicación con sus hijos".
Cuando se ve en las noticias o se escuchan comentarios de serios crímenes, ataques y agresiones que están cometiendo los jóvenes, los adultos ingenuamente piensan que eso nunca estará cerca de su hogar.
En los últimos tiempos, esta escalofriante galería criminal ha indignado a la opinión pública regiomontana, sobre todo por contener dos ingredientes en común: juventud y violencia exacerbada.
¿Qué está pasando? Todos los adultos buscan hoy desde sus diversas ópticas, encontrar una o varias respuestas a esta trágica realidad.
I. Humanizar a la sociedad.
Una comunidad egoísta, en donde cada quien se interesa en lo suyo y donde el sistema social (familia, estado, religión) no logra regular valores. "No le estamos dando prioridad al sujeto por sí mismo", "La familia se ha relajado en su función".
Antes los roles estaban bien definidos, ahora parece que falta tiempo para cubrir las necesidades económicas y va dejando de lado lo más importante: la comunicación con los hijos y educar en valores. Una educación de valores no es dar una fórmula de comportamiento, sino brindar ejemplo de conducta hacia los demás.
II. Fomentar tolerancia
En el primer grupo social que es la familia se tiene que fomentar valores como el respeto, la tolerancia y la igualdad entre el hombre y la mujer. Es tiempo además de que las autoridades establezcan modelos educativos formales.
III. Orientar desde casa
Después de sacudidas tan fuertes como asesinatos y actos violentos de jóvenes contra mujeres, niños y ancianos, hay que intervenir y aplicar una seria evaluación para saber que está pasando en el núcleo familiar. Probablemente existan señales que gritan: ¡Atiende y actúa! Ejemplos: si los hijos se encuentran deprimidos, hurtan pequeñas cosas, participan en pleitos o son abusivos, generan problemas, si la joven viene con un novio tomado, o si una y otra vez el joven no llega a dormir es una señal de alarma.
"Es cierto que muchos jóvenes no se caracterizan por comunicar a sus padres lo que les pasa, sienten que pueden manejar su vida, que necesitan independencia, pero una manera de saber en qué andan es conocer a sus amigos, escuchar sus opiniones, sus temas de interés, sus estados de ánimo”.
"Hay que orientarlos y no sermonearlos ni dirigir la conversación cuando cuentan sus cosas, porque seguro no lo volverán a hacer".
Muchos padres sienten miedo a enfrentar a sus hijos o vergüenza de pedir ayuda especializada cuando se trata de alguna adicción o problema psicológico, pero esa actitud conlleva un grave error.
"A veces los padres niegan o minimizan los problemas que tienen los hijos, y luego se asustan o sorprenden cuando explotan como un volcán".
Abrir los ojos y estar atentos es la clave. Si cada papá o mamá no está alerta a realidad social y a lo que ocurre dentro de su propio hogar, quizá en cualquier otro momento la trágica historia de las familias que se observan en las noticias podría repetirse y volver a conmover a la Ciudad.
Recomendaciones:
• Conoce bien a las amistades de tus hijos.
• Atiende sus necesidades emocionales.
• Aplica disciplina en casa.
• Promueve en el hogar los valores y la tolerancia a la frustración.
• Evita que se familiaricen con la violencia (es común en algunos videojuegos, películas, letras de canciones y sitios de Internet).
• Nunca dejes a los hijos pequeños al cuidado de sus hermanos adolescentes.
• Enséñales a expresar los sentimientos, pero sin lastimar a otros.
• Alértalos para que eviten amigos o parejas sentimentales violentas.
Focos rojos
Características de una persona que puede llegar a cometer actos violentos contra su pareja.
• Vivió una historia infantil y/o juvenil de violencia familiar.
• Acusa de infidelidad a su pareja y le prohíbe hablar con personas del sexo opuesto.
• Le critica hasta la ropa.
• Separa a su pareja de amigos y familiares.
• Amenaza con dejar a su pareja o quitarse la vida.
• Muestra cambios drásticos de humor y pasa de ser una persona pacífica y tierna a destructiva e iracunda, al grado de golpear paredes y romper objetos.
• Es adicto a las drogas y/o al alcohol.
• Piensa que es inferior o superior al resto de las personas.
• Cree que las mujeres deben ser sumisas y obedientes y que los hombres tienen el derecho de castigarlas.
• Pide relaciones sexuales para calmar su ira.
"Es apremiante que los padres de familia refuercen la comunicación con sus hijos".
En los últimos tiempos, esta escalofriante galería criminal ha indignado a la opinión pública regiomontana, sobre todo por contener dos ingredientes en común: juventud y violencia exacerbada.
¿Qué está pasando? Todos los adultos buscan hoy desde sus diversas ópticas, encontrar una o varias respuestas a esta trágica realidad.
I. Humanizar a la sociedad.
Una comunidad egoísta, en donde cada quien se interesa en lo suyo y donde el sistema social (familia, estado, religión) no logra regular valores. "No le estamos dando prioridad al sujeto por sí mismo", "La familia se ha relajado en su función".
Antes los roles estaban bien definidos, ahora parece que falta tiempo para cubrir las necesidades económicas y va dejando de lado lo más importante: la comunicación con los hijos y educar en valores. Una educación de valores no es dar una fórmula de comportamiento, sino brindar ejemplo de conducta hacia los demás.
II. Fomentar tolerancia
En el primer grupo social que es la familia se tiene que fomentar valores como el respeto, la tolerancia y la igualdad entre el hombre y la mujer. Es tiempo además de que las autoridades establezcan modelos educativos formales.
III. Orientar desde casa
Después de sacudidas tan fuertes como asesinatos y actos violentos de jóvenes contra mujeres, niños y ancianos, hay que intervenir y aplicar una seria evaluación para saber que está pasando en el núcleo familiar. Probablemente existan señales que gritan: ¡Atiende y actúa! Ejemplos: si los hijos se encuentran deprimidos, hurtan pequeñas cosas, participan en pleitos o son abusivos, generan problemas, si la joven viene con un novio tomado, o si una y otra vez el joven no llega a dormir es una señal de alarma.
"Es cierto que muchos jóvenes no se caracterizan por comunicar a sus padres lo que les pasa, sienten que pueden manejar su vida, que necesitan independencia, pero una manera de saber en qué andan es conocer a sus amigos, escuchar sus opiniones, sus temas de interés, sus estados de ánimo”.
"Hay que orientarlos y no sermonearlos ni dirigir la conversación cuando cuentan sus cosas, porque seguro no lo volverán a hacer".
Muchos padres sienten miedo a enfrentar a sus hijos o vergüenza de pedir ayuda especializada cuando se trata de alguna adicción o problema psicológico, pero esa actitud conlleva un grave error.
"A veces los padres niegan o minimizan los problemas que tienen los hijos, y luego se asustan o sorprenden cuando explotan como un volcán".
Abrir los ojos y estar atentos es la clave. Si cada papá o mamá no está alerta a realidad social y a lo que ocurre dentro de su propio hogar, quizá en cualquier otro momento la trágica historia de las familias que se observan en las noticias podría repetirse y volver a conmover a la Ciudad.
Recomendaciones:
• Conoce bien a las amistades de tus hijos.
• Atiende sus necesidades emocionales.
• Aplica disciplina en casa.
• Promueve en el hogar los valores y la tolerancia a la frustración.
• Evita que se familiaricen con la violencia (es común en algunos videojuegos, películas, letras de canciones y sitios de Internet).
• Nunca dejes a los hijos pequeños al cuidado de sus hermanos adolescentes.
• Enséñales a expresar los sentimientos, pero sin lastimar a otros.
• Alértalos para que eviten amigos o parejas sentimentales violentas.
Focos rojos
Características de una persona que puede llegar a cometer actos violentos contra su pareja.
• Vivió una historia infantil y/o juvenil de violencia familiar.
• Acusa de infidelidad a su pareja y le prohíbe hablar con personas del sexo opuesto.
• Le critica hasta la ropa.
• Separa a su pareja de amigos y familiares.
• Amenaza con dejar a su pareja o quitarse la vida.
• Muestra cambios drásticos de humor y pasa de ser una persona pacífica y tierna a destructiva e iracunda, al grado de golpear paredes y romper objetos.
• Es adicto a las drogas y/o al alcohol.
• Piensa que es inferior o superior al resto de las personas.
• Cree que las mujeres deben ser sumisas y obedientes y que los hombres tienen el derecho de castigarlas.
• Pide relaciones sexuales para calmar su ira.
"Es apremiante que los padres de familia refuercen la comunicación con sus hijos".
Cuando se ve en las noticias o se escuchan comentarios de serios crímenes, ataques y agresiones que están cometiendo los jóvenes, los adultos ingenuamente piensan que eso nunca estará cerca de su hogar.
En los últimos tiempos, esta escalofriante galería criminal ha indignado a la opinión pública regiomontana, sobre todo por contener dos ingredientes en común: juventud y violencia exacerbada.
¿Qué está pasando? Todos los adultos buscan hoy desde sus diversas ópticas, encontrar una o varias respuestas a esta trágica realidad.
I. Humanizar a la sociedad.
Una comunidad egoísta, en donde cada quien se interesa en lo suyo y donde el sistema social (familia, estado, religión) no logra regular valores. "No le estamos dando prioridad al sujeto por sí mismo", "La familia se ha relajado en su función".
Antes los roles estaban bien definidos, ahora parece que falta tiempo para cubrir las necesidades económicas y va dejando de lado lo más importante: la comunicación con los hijos y educar en valores. Una educación de valores no es dar una fórmula de comportamiento, sino brindar ejemplo de conducta hacia los demás.
II. Fomentar tolerancia
En el primer grupo social que es la familia se tiene que fomentar valores como el respeto, la tolerancia y la igualdad entre el hombre y la mujer. Es tiempo además de que las autoridades establezcan modelos educativos formales.
III. Orientar desde casa
Después de sacudidas tan fuertes como asesinatos y actos violentos de jóvenes contra mujeres, niños y ancianos, hay que intervenir y aplicar una seria evaluación para saber que está pasando en el núcleo familiar. Probablemente existan señales que gritan: ¡Atiende y actúa! Ejemplos: si los hijos se encuentran deprimidos, hurtan pequeñas cosas, participan en pleitos o son abusivos, generan problemas, si la joven viene con un novio tomado, o si una y otra vez el joven no llega a dormir es una señal de alarma.
"Es cierto que muchos jóvenes no se caracterizan por comunicar a sus padres lo que les pasa, sienten que pueden manejar su vida, que necesitan independencia, pero una manera de saber en qué andan es conocer a sus amigos, escuchar sus opiniones, sus temas de interés, sus estados de ánimo”.
"Hay que orientarlos y no sermonearlos ni dirigir la conversación cuando cuentan sus cosas, porque seguro no lo volverán a hacer".
Muchos padres sienten miedo a enfrentar a sus hijos o vergüenza de pedir ayuda especializada cuando se trata de alguna adicción o problema psicológico, pero esa actitud conlleva un grave error.
"A veces los padres niegan o minimizan los problemas que tienen los hijos, y luego se asustan o sorprenden cuando explotan como un volcán".
Abrir los ojos y estar atentos es la clave. Si cada papá o mamá no está alerta a realidad social y a lo que ocurre dentro de su propio hogar, quizá en cualquier otro momento la trágica historia de las familias que se observan en las noticias podría repetirse y volver a conmover a la Ciudad.
Recomendaciones:
• Conoce bien a las amistades de tus hijos.
• Atiende sus necesidades emocionales.
• Aplica disciplina en casa.
• Promueve en el hogar los valores y la tolerancia a la frustración.
• Evita que se familiaricen con la violencia (es común en algunos videojuegos, películas, letras de canciones y sitios de Internet).
• Nunca dejes a los hijos pequeños al cuidado de sus hermanos adolescentes.
• Enséñales a expresar los sentimientos, pero sin lastimar a otros.
• Alértalos para que eviten amigos o parejas sentimentales violentas.
Focos rojos
Características de una persona que puede llegar a cometer actos violentos contra su pareja.
• Vivió una historia infantil y/o juvenil de violencia familiar.
• Acusa de infidelidad a su pareja y le prohíbe hablar con personas del sexo opuesto.
• Le critica hasta la ropa.
• Separa a su pareja de amigos y familiares.
• Amenaza con dejar a su pareja o quitarse la vida.
• Muestra cambios drásticos de humor y pasa de ser una persona pacífica y tierna a destructiva e iracunda, al grado de golpear paredes y romper objetos.
• Es adicto a las drogas y/o al alcohol.
• Piensa que es inferior o superior al resto de las personas.
• Cree que las mujeres deben ser sumisas y obedientes y que los hombres tienen el derecho de castigarlas.
• Pide relaciones sexuales para calmar su ira.
"Es apremiante que los padres de familia refuercen la comunicación con sus hijos".
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